José Martí en el siglo XIX llegó a afirmar: ¿Es la Patria quién nos llama? Obedecemos, pues de seguro ella nos llama para algo grande”.

Puede decirse que esa afirmación tan categórica de Martí ante la interrogante planteada se hizo realidad nuevamente en la capital cubana, cuando en forma simbólica y en representación del pueblo en general se llevó a vías de hecho una Marcha del pueblo combatiente.

Durante casi dos horas unos 500 mil residentes en la capital de todos los cubanos transitaron por la Avenida del malecón, desde la Tribuna Antimperialista, para exigir el cese del criminal  bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a nuestro país por los Estados Unidos de América durante más de 65 años y la exclusión  de Cuba de la lista de países que supuestamente propician el terrorismo.

Cuba propugna la paz, el respeto entre los países y gobiernos, la ayuda solidaria entre los pueblos y todo lo que pueda contribuir a la defensa y desarrollo de la humanidad.

Los cubanos igualmente han simbolizado su determinación de defender a la Revolución y en tal sentido cabe destacar que también ya Martí había expuesto que la Revolución es el aire que se respira, el pañuelo que la novia regala, el saludo continuo de los amigos, el recuerdo que venga y que promete, el suceso que aguardan todos.

La Marcha del Pueblo Combatiente en este 20 de diciembre del 2024 ha constituido además la continuidad histórica de las realizadas y encabezadas antaño por el siempre presente Comandante en Jefe Fidel Castro quién en todo momento puso de relieve la trascendencia que tenía  la presencia activa del pueblo en todo lo referido a la defensa y desarrollo de la Revolución e incluso en su proyección internacionalista.

En esta ocasión  igualmente a Martí, Fidel, gran admirador y continuador de la obra del Apóstol de la Independencia de Cuba, y otras figuras relevantes de nuestra historia estuvieron simbolizados en la multitudinaria marcha en la que se interrelacionaron hombres y  mujeres de disímiles edades, profesiones y oficios así como también un gran número de jóvenes y hasta de niños que acompañaron a sus padres y familiares.

En el paso vibrante de los participantes en la gran marcha, en sus consignas, banderas, carteles y hasta a veces acompañados de la música, se puso de relieve las cualidades del pueblo cubano, acerca del cual también Martí había señalado:  “En Cuba son más los montes que los abismos: más los que aman que los que odian, más los de campo claro que los de encrucijada; más la grandeza que la ralea.”

Igualmente Martí significaba: “El cubano es capaz  del amor, qué hace perdurable la libertad.”

Y todo ello tuvo su expresión en la marcha, la Marcha de todo el pueblo se pudo apreciar en esta Marcha del Pueblo Combatiente que evidenció como aún en medio de situaciones difíciles el pueblo sigue poniendo de manifiesto su apoyo resuelto a la Revolución y a la decisión de continuar contribuyendo en lo referido al desarrollo de la construcción de la sociedad socialista, sin injerencias en los asuntos internos de las naciones.