Camilo Cienfuegos: Su permanente presencia en el quehacer del heroico pueblo cubano
En la historia de Cuba están registrados nombres de seres humanos que aunque hubiesen tenido una vida relativamente muy breve, menos de 30 de existencia, si por la trascendencia de su labor, sus principios y su legado, siguen siendo motivación en el quehacer cotidiano del pueblo.
A manera de ejemplo cito tan sólo varios que corresponden a distintas etapas y al respecto recordamos a Ignacio Agramonte, Julio Antonio Mella, Abel Santamaría, José Antonio Echeverría, Frank País y Camilo Cienfuegos.
De Camilo trataremos en esta ocasión teniendo en cuenta que este 28 de octubre se conmemora el aniversario 65 de su lamentable desaparición física.
Camilo fue un hombre sencillo del pueblo que primero participó en manifestaciones contra la dictadura batistiana y después integró el grupo de revolucionarios que dirigidos por Fidel Castro salió del puerto mexicano de Tuxpán el 25 de noviembre de 1956 a bordo del pequeño yate Granma para reanudar la lucha revolucionaria en Cuba.
Llegó a Cuba el 2 de diciembre de 1956 por la zona cercana a la Playa Las Coloradas en la parte suroriental del territorio cubano y tres días después en unión de los demás expedicionarios encaró el ataque sorpresivo de soldados del régimen dictatorial.
Camilo fue uno de los pocos combatientes revolucionarios que pudo en los días siguientes eludir la persecución de las fuerzas de la dictadura y reencontrarse con Fidel.
Entonces, no obstante que eran muy pocos hombres y también escasos los fusiles, no dudó en respaldar la decisión de Fidel de proseguir la lucha.
Camilo el Comandante de la sierra
En el transcurso de 1957 Camilo puso de manifiesto sus condiciones como combatiente y ya en el siguiente año se le encomendó por Fidel una misión difícil: realizar operaciones en zonas menos intrincadas de la oriental provincia cubana y cuando cumplía a cabalidad lo que se le había confiado fue que recibió la comunicación de su ascenso a Comandante.
Y a todo ello se le sumó después su aporte cuando el Ejército Rebelde tuvo que enfrentar y derrotar, entre finales de mayo y principios de agosto de 1958 la gran ofensiva lanzada sobre las zonas montañosas de Oriente por las fuerzas de la dictadura.
Seguidamente Fidel pensó en reforzar la lucha revolucionaria en otras provincias del territorio cubano. Y escogió a dos Comandantes para dirigir dos Columnas respectivas para trasladarse desde la Sierra Maestra hasta la central provincia de Las Villas y hacia la más occidental, Pínar del Rio.
Los Comandantes seleccionados por Fidel fueron Ernesto Guevara de la Serna y Camilo Cienfuegos Gorriarán.
Camilo fue el primero en salir y varios días después lo hizo el Che con los miembros de su Columna.
Camilo debía concluir la invasión en Pinar del Rio, pero cuando entró en el territorio de Las Villas Fidel le ordenó que permaneciera allí en espera que llegara el Che y que entre ambos lograran con coherencia el desarrollo de las acciones a realizar en esa central provincia cubana.
Camilo entonces operó con su tropa en la zona norte de dicha provincia y ya en los días finales de diciembre de 1958 realizó en forma exitosa el ataque al cuartel existente en el poblado de Yaguajay. A partir de ahí, sin pretenderlo, se ganó el calificativo de Héroe de Yaguajay.
El primero de enero de 1959 se produjo la fuga del dictador y de algunos de sus más cercanos colaboradores. Elementos reaccionarios trataron de hacer una maniobra para controlar el poder y evitar un auténtico triunfo popular.
Fidel desde Oriente ordenó a todos los frentes del Ejército Rebelde a mantener la ofensiva revolucionaria y también le pidió a Camilo y al Che Guevara que se trasladaran lo más rápidamente posible hacia La Habana.
A su vez Fidel llamó al pueblo a desencadenar una huelga general revolucionaria. Se consolidó así el triunfo de la Revolución.
Y a partir de ese instante el pueblo pudo ir conociendo otra faceta significativa de Camilo, la de ser un combatiente con la fuerza de la palabra.
Camilo el héroe de las mil anécdotas
Sobresalió igualmente esa capacidad de Camilo para relacionarse con diversos sectores del pueblo y exponer principios medulares referidos por ejemplo a la importancia de la unidad, la identificación plena de los miembros de las Fuerzas Armadas con el pueblo, y la determinación de enfrentar peligros, amenazas, dificultades, campañas reaccionarias y difamatorias y sobre todo patentizar la decisión de marchar hacia delante sin claudicación de ningún tipo.
Se pueden citar múltiples conceptos expuestos por Camilo en sus discursos, pero baste recordar de manera simbólica un fragmento de lo que fue la última intervención pública que realizó, en este caso en el acto efectuado el 26 de octubre de 1959, en La Habana.
En esa oportunidad aseguró: “De rodillas, de rodillas nos pondremos una vez, y una vez inclinaremos nuestra frente y será el día que lleguemos a la tierra cubana que guarda veinte mil cubanos, para decirles: ¡Hermanos, la Revolución está hecha, Vuestra sangre no corrió en balde!”
También en esa memorable ocasión Camilo recordó un fragmento del significativo poema de Bonifacio Byrne en el que enfatizó:
Si desecha en menudos pedazos
Se llega a ver mi bandera algún día
Nuestros muertos alzando los brazos
La sabrán defender todavía.
En el pueblo, muchos Camilo
Camilo Cienfuegos desapareció físicamente el 28 de octubre de 1959 cuando la avioneta en la que viajaba en unión del piloto y un integrante del Ejército Rebelde que había salido de Camagüey hacia La Habana no llegó a su destino.
Se realizó durante días una intensa búsqueda por parte de los integrantes de las fuerzas armadas y miles de personas que en forma espontánea también anhelaban hallar al heroico Comandante.
El 12 de noviembre de 1959 en una comparecencia realizada a través de la televisión Fidel confirmó la irreparable pérdida física de Camilo, pero al mismo tiempo aseguró que en el pueblo había muchos Camilos y que siempre había que pensar en él, sobre todo en momentos difíciles.
A través del tiempo la vida y la obra de Camilo Cienfuegos han constituido fuente de inspiración para múltiples creadores cubanos, que han reflejado la trascendencia histórica de quién fuera calificado como el Señor de la Vanguardia y el hombre de las mil anécdotas.
Camilo ha sido reflejado en un gran relieve escultórico existente en una de las edificaciones de la Plaza de la Revolución “José Martí”, en La Habana, en otros monumentos, en fotos, libros, poemas, creaciones musicales, documentales, programas de radio y televisión y en diversos trabajos periodísticos.
Igualmente la continuidad histórica de Camilo se hace evidente en los denominados Camilitos, y en todos aquellos hombres y mujeres, viejos, jóvenes y niños, que cada año en ocasión del aniversario de su desaparición física con flores en sus manos y en sus corazones, le rinden homenaje a esa gran figura de nuestra historia.
Y es que cuando se hace referencia a Camilo se puede decir que se hace realidad un principio expuesto por José Martí en el siglo XIX quién aseguró que la muerte no es verdad cuando se cumple bien la obra de la vida.
Ello, además, se prevela en un poema que le dedicó el poeta cubano Félix Pita Rodríguez, quién al referirse a la siempre presencia simbólica de Camilo destacó:
No busquéis en el mar al claro Comandante
Que la muerte no mata.
Miradle en todo un pueblo convertido,
Donde su corazón sembrado se cosecha.
En un día en que Cuba toda recuerda y le brinda su homenaje, uno de sus compañeros de aquellos años tan duros y difíciles, el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, dijo es su perfil de la cuenta EQUIS (antes Twitter)
Hoy, 28 de octubre, recordamos al compañero, al amigo y al combatiente, al Señor de la Vanguardia, quien, a pesar de su corta vida, supo agenciarse vivir eternamente en el recuerdo de su pueblo. Gloria eterna a los héroes!!! #CamiloVive #CamiloEsPueblo