El 25 de septiembre se cumplirá el aniversario 65 de que el padre de la danza moderna en Cuba, Ramiro Guerra, fundara el Conjunto de Danza Moderna del Teatro Nacional, que devino la compañía Danza Contemporánea de Cuba. Dirigida desde hace 39 años por el maestro Miguel Iglesias, continúa defendiendo el legado y apostando por la innovación a favor del desarrollo de la danza, el arte en general, y la cultura cubana.

Danza Contemporánea de Cuba celebrará sus 65 años de fundada con una temporada especial del 15 al 29 de septiembre, en la cual confluirán presentaciones escénicas, performances, talleres, clases demostrativas, la segunda edición del Festival CubeArt, entre otras actividades. Así se dio a conocer en conferencia de prensa.

Para celebrar también los 65 años del Teatro Nacional de Cuba, cuyos salones son la sede de la compañía, desde su fundación, el evento involucrará otros espacios que se encuentran dentro del complejo cultural como las salas Avellaneda y Covarrubias, y el piano bar Delirio Habanero.

La segunda edición del Festival CubeArt pretende ser un espacio en el que puedan converger diversas formas de arte, romper barreras, propiciar el intercambio, mostrar otras formas de hacer y concebir la danza y el arte en el mundo.

Con ese propósito se ofrecerán talleres de crochet, conciertos de música electrónica en vivo, videodanza, entre otras propuestas.  Coreógrafos cubanos que se desempeñan en compañías internacionales, así como extranjeros invitados ofrecerán, en los salones de Danza Contemporánea de Cuba, talleres y clases abiertas al público en las que podrán participar bailarines profesionales de otras compañías o con nivel medio que se inscriban previamente.

Para cerrar con este periodo de celebraciones, Danza Contemporánea de Cuba ofrecerá funciones de la obra Carmina Burana, el viernes 27 y el sábado 28 a las 7:00 p.m., y el domingo 29 a las 5:00 p.m.

En declaraciones a Granma, Miguel Iglesias considera que mantener el nivel técnico y artístico de la compañía, durante 65 años, se ha logrado «con mucho trabajo y disciplina. Estas celebraciones son un pretexto más para seguir trabajando».

Insiste en que en la formación de un bailarín no solo es necesario la enseñanza de la técnica, «un bailarín debe tener cultura». La danza contemporánea ofrece disimilitud de posibilidades, pero para poder aplicarlas se requiere una «contaminación de saberes e inteligencia, para poder usar en el escenario todo lo que sabe».

Prepara a sus bailarines para que sean artistas lo más integrales posibles, que puedan cantar, actuar y proyectar la voz mientras bailan, que conozcan la estructura de los teatros y la iluminación para que sepan dónde y cómo colocarse en el escenario. «Todos los aprendizajes y vivencias que he tenido a lo largo de 57 años de carrera artística, trato de transmitírselos cada día».

(Tomado de Granma)

Foto: Talía Castro Cruz