Efemérides habaneras. 10 de agosto
1920. Fallece en La Habana Adela Robreño Irigoyen,
Su nacimiento tuvo lugar en 1840 en la isla de Trinidad, donde se encontraban sus padres, tras sufrir un naufragio cuando se dirigían a Jamaica Proveniente de una familia de teatristas, fue considerada una de las mejores actrices cubanas. Debuta en el teatro a los cinco años. Bailó en el teatro de Santa María del Puerto del Príncipe.
Tuvo gran éxito y repitió sus bailes en las diferentes actuaciones de sus padres, que eran unos cómicos que recorrían el país. Cuando tenía 6 años representó sus primeros papeles teatrales con gran talento y naturalidad en el drama Francisca y en la comedia No más muchachos. A los nueve años le es otorgado el título de Socia honorífica del Liceo de La Habana.
En el transcurso de su vida alternó con los mejores actores españoles que trabajaban en Cuba. Se presentó exitosamente en España, México, Venezuela y Puerto Rico.
Se retiró en la etapa final del siglo XIX tras haber ocurrido la muerte de su esposo.
1950.- Nace en La Habana Belinda Romeu Valdés-Miranda.
Llegó a ser una destacada compositora, escritora y actriz. Fue hija del gran músico Mario Romeu González.
A partir de 1964 ya era conocida por el público cubano que la identificaba a través de la canción “Melodía de un amor”.
Tres años después, algunas de sus obras integraron el catálogo de otros populares cantantes cubanos y el suyo propio como intérprete. En los años de la década del sesenta fue una de las fundadoras del Movimiento de la Nueva Trova.
Su trabajo actoral lo realizó en el grupo de Teatro Escambray. Como compositora se interesó fundamentalmente por la canción infantil, con la que obtuvo premios y reconocimientos. También grabó varios discos con canciones muy populares al estilo de “Payasín”.
1960. Fidel clausura la reunión de los Coordinadores de las Cooperativas Cañeras, realizada en el teatro de la Central de Trabajadores de Cuba en La Habana.
Recuerda las condiciones en las que vivían los campesinos vinculados con la zafra azucarera antes de 1959.
Expresa: “En esas enormes extensiones de caña el hombre había quedado reducido a la condición de un ser inferiorizado, humillado, desposeído de todo y víctima, además, de toda otra serie de males: mercancías a precios caros, falta de caminos, falta de escuelas y, en fin, esa era la vida de los hombres que producían aquella caña, cuyo producto iba a parar quién sabe a dónde; es decir, se iba a gastar, posiblemente a muchas millas de su patria, por personas que posiblemente nunca vieron un campo de caña, que no tenían idea de lo que era un campo de caña; y que, además, habían adquirido aquellas tierras, en muchos casos, a precios tan irrisorios que parecía increíble, al precio de algunos pesos por caballería y, en algunos casos, hasta de algunos centavos, y en algunos casos al precio de robarse aquellas tierras al Estado, o robárselas a los campesinos, o de robárselas a alguien.”
Señala cómo posterior al triunfo de la Revolución se llevó a cabo la aplicación de la Reforma Agraria y precisa: “…el reparto de las tierras no se hizo por la libre, la reforma agraria no se hizo por la libre. Primero se creó en el pueblo una conciencia de lo que era la reforma agraria; se les hizo conocer no solo a los campesinos, sino a todo el pueblo, por qué había que hacer una reforma agraria, qué era una reforma agraria, y qué beneficios se derivarían de la reforma agraria.”
Y agrega: “Cuando la reforma agraria se convirtió en realidad en la conciencia de la nación, se convirtió también en ley, y se comenzó a aplicar.”
También enfatizó: “Porque la Revolución, mal que les pese a todos los imperios, mal que les pese a todos los poderes, mal que les pese al imperio yanki y al imperio de los fascistas, seguirá adelante. Y seguirá adelante con todo el derecho que tienen las cosas justas, con todo el derecho que tienen las cosas nobles.”
1962. Fue creado en La Habana el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
Tiene su sede en la calle Humbodt 106 esquina a calle P, en el Vedado, municipio Plaza de la Revolución. Es la entidad encargada de organizar y dirigir, en coordinación con los organismos competentes, la protección de las aguas terrestres, las cuencas, los cauces naturales, las obras e instalaciones hidráulicas contra los peligros de contaminación y otras formas de degradación y deterioro, así como el control sistemático de la calidad de las aguas. Tiene como misión controlar el cumplimiento, con rigor y eficacia, de los instrumentos legales y normativos vigentes sobre la preservación y uso racional del agua, implantando las medidas de orden práctico que contribuyan a este propósito y al logro de la clara comprensión al nivel de toda la sociedad del valor de ésta, de su papel en el desarrollo socioeconómico del país y de su carácter limitado y escaso en nuestras condiciones.
1990.- Fallece a los 70 años el artista de la plástica Carmelo González Iglesias.
Se destacó por su labor como pintor, escultor, grabador, pedagogo y crítico de arte cubano. Su nacimiento se produjo en la zona de Casablanca, en La Habana, el 16 de julio de 1920. Comienza sus estudios artísticos en 1938 de manera libre, pero después simultáneamente lo hace en la Escuela San Alejandro donde en 1945 se gradúa y es el mejor expediente en la especialidad de pintura. Posteriormente fue profesor de dibujo y de grabado de la Escuela de Artes Plásticas Leopoldo Romañach en Santa Clara, en la Academia de San Alejandro y en la escuela de diseño y aun después de jubilado, continua dando su aporte a la formación de otros jóvenes. Realizó grabados para ilustrar libros cubanos, La Gaceta de Cuba y para publicaciones extranjeras.
Carmelo visitó países de América, Asia, África y Europa, y sus obras se mostraron en más de 300 exposiciones entre personales y colectivas. Obras suyas se encuentran en diferentes partes del mundo. Por su labor recibió diversos premios y reconocimientos tanto de Cuba como de otros países.
Fue fundador de la Asociación Nacional de Grabadores de Cuba.
Actualmente la casa de cultura de Casablanca ostenta su nombre.