Efemérides habaneras. 3 de agosto.
1919. Nace en La Habana Juan Emilio Friguls.
Cursó sus primeros estudios en los colegios religiosos de los Hermanos Maristas de la Víbora y los Escolapios de Guanabacoa.
Siendo muy joven dirigió algunas publicaciones católicas.
En 1942 se incorporó a la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling, pionera de su tipo en la isla.
En 1945 siendo estudiante publicó su primera nota de prensa en el periódico Información. Sus trabajos trataban acerca de sociología religiosa. Después de graduado se inició como reportero en el noticiero de Unión Radio. En 1950 visitó Madrid en ocasión de las celebraciones por el Año Santo. Fue uno de los pocos periodistas, fuera de Italia, que consiguió entrevistar a dos Papas: Pío XII y Pablo VI.
Trabajó en las emisoras cubanas Radio Habana Cuba y Radio Reloj, donde escribió hasta una fecha muy cercana a su muerte. Condujo el programa informativo Telecierre. Impartió docencia, en ocasiones, en la carrera de Periodismo, en la Universidad de La Habana.
Donó buena parte de su archivo a la revista Palabra Nueva, del Arzobispado de La Habana. Fue fundador en Cuba de la Comisión de Estudios de Historia de la Iglesia en Latinoamérica (CEHILA).
Su fallecimiento ocurrió en La Habana el 8 de agosto del 2007.
1921. Nace en La Habana José Antonio Rojas.
Conocido como Ñico Rojas, con el decursar de su existencia estudió algunas lecciones de solfeo y técnica de la guitarra, pero su formación fue esencialmente autodidacta. Desde la etapa de su niñez escuchó en su hogar, por la inclinación de sus padres la música de Chopin, Beethoven y otros notables compositores
internacionales, así como creaciones e interpretaciones de los cubanos Miguel Matamoros, Arsenio Rodríguez y los danzones de Arcaño y sus Maravillas, que fueron paulatinamente enriqueciendo sus conocimientos que más tarde serían decisivos en su labor como compositor. A ello se sumó su contacto con la obra de los guitarristas españoles, tales como Francisco Tárrega, Miguel Llobet y Andrés Segovia.
Contribuyó junto a César Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Ángel Díaz, Rosendo Ruiz Quevedo y otros, al desarrollo en el país del movimiento conocido como filin, que se gestó en los años de la década del cuarenta en la pasada centuria.
Evidenció una gran capacidad para la improvisación como resultado de su prodigiosa imaginación creadora. Al decir de algunos especialistas tuvo una manera de componer e interpretar, que rompía los parámetros –al fusionarlos— entre lo clásico y lo popular, con singular virtuosismo.
Tuvo una larga y fecunda existencia. Falleció en La Habana el 22 de noviembre del 2008 cuando contaba 87 años.
1923. Nace en el barrio de Jesús María, en La Habana, Carlos Embale.
En su quehacer artístico tejió una hermosa leyenda en la música como intérprete esencialmente del son y el guaguancó, aunque también incursionó en otros géneros. Se inició en la década de los años treinta cuando se presentó en la Corte Suprema del Arte de la emisora CMQ, programa encaminado a darle posibilidad de demostrar sus condiciones a artistas aficionados del país.
Primero trabajó con los septetos Boloña y Bolero y después fue cantante de las orquestas Fantasía y la de luís González Valdés, conocido como Neno González. Entre 1946 y 1954 integró el conjunto de Miguel Matamoros. Algún tiempo más tarde creó y dirigió un grupo de guaguancó que se identificó con su nombre. En 1976 pasó a integrar el Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro, en el que permaneció hasta la etapa final de su fecunda carrera en la música.
Con esa agrupación siguió cosechando éxitos y en su voz se hicieron populares varias creaciones musicales, entre las cuales estuvo una identificada como “El final no llegara”
Falleció en La Habana el 12 de marzo de 1998.