Nueva metodología para un cálculo más real de la población en Cuba
Una información acerca de la pertinencia de establecer en el país nuevos cálculos para determinar la población efectiva y una actualización de los indicadores demográficos, ofreció en conferencia de prensa la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
En el encuentro, con la presencia de Juana María Pantoja, jefa de la ONEI; Diego Enrique González Galbán, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE) de la ONEI; y Antonio Aja, director del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM) de la Universidad de La Habana, el vicejefe de la oficina, Juan Carlos Alfonso Fraga, explicó que dada el alza de la movilidad hacia el exterior y las nuevas leyes migratorias establecidas en el país, se necesitaba una nueva metodología para un cálculo más preciso de la población cubana.
Los estudios realizados desde 2023 por un grupo de expertos llevaron al concepto de población efectiva y las nuevas pautas para su medición. El algoritmo del cálculo de la población efectiva fue aprobado el 13 de diciembre del 2023 en reunión del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros.
Según se explicó, se considera población efectiva a “todos los nacidos vivos en un año calendario y a los residentes, nacidos o no en Cuba, que hayan acumulado 180 días y más de residencia en el territorio nacional en los últimos 365 y no han fallecido”.
Esta se calcula descontando las personas cuando dentro del año calendario no han acumulado el tiempo requerido de 180 días de estancia en el territorio nacional, y contándolas nuevamente cuando cumplen ese requisito.
La condición de inmigrante o emigrante la da el tiempo de permanencia física en el país a lo largo de un año. El inmigrante, una vez que entra al país, debe acumular 180 días o más de permanencia en el mismo, en tanto el emigrante es aquel que en el año no acumuló 180 días o más de permanencia en el territorio nacional.
Al 31 de diciembre del 2023 permanecían fuera del país un millón 349 mil 733 personas, de ellas, cerca del 75% debían ser descontadas de la población por no tener residencia efectiva en el país en el período 2021-2023.
Los cálculos arrojaron una población efectiva de 10 055 968 personas al cierre de 2023, lo que marcó una diferencia de menos 1 007 543 comparado con 2021-2023. Esa población efectiva es un 10,1% menor a la que se tenía al 31 de diciembre del 2020 y similar a la que Cuba registró en algún momento del año 1985. Según los cálculos la totalidad de las provincias y municipios registraron un descenso de su población.
Alfonso Fraga se refirió también al decrecimiento natural de la población, a partir de la relación entre las defunciones y los nacimientos. Al respecto, dijo que desde hace cinco años en Cuba fallecen más personas que las que nacen.
¿Cómo queda La Habana?
A partir del decrecimiento, La Habana descendió de sus dos millones, mientras que Holguín y Santiago de Cuba, las otras dos que superaban el millón de habitantes, ya no acumulan esa cifra.
De una población residente de 2 142 939 en 2021-203, La Habana tiene una población efectiva de 1 814 207 personas, es decir 328 732 personas menos, para una diferencia de 15,3 por ciento, la más alta del país.
El municipio de Plaza de la Revolución continúa como el más envejecido del país, con 35% de su población de 60 años y más con respecto al total. En contraste, el menos envejecido es Yateras, en Guantánamo, con el 16% de su población total con 60 años y más.
A la vez se profundiza el número de adultos mayores entre niños de 0-14 años, que alcanza 1511 lo que significa que por cada 1000 niños de esas edades (0-14 años) hay 1511 adultos mayores de 60 años y más, ascendiendo ese valor a 1902 y 1728 en Villa Clara y La Habana, respectivamente.
Proporcionalmente, los mayores decrecimientos se registran en La Habana, Cienfuegos y Mayabeque, y los menores, en Granma, Guantánamo y Santiago de Cuba.
¿Para qué sirven esos cálculos?
Según se explicó, la estadística de población se tiene en cuenta por los organismos e instituciones para la planificación de los recursos y servicios y también el diseño e implementación de planes, programas y proyectos, por lo que se requiere precisión.
El director del CEDEM explicó que las estadísticas y publicaciones de la ONEI tributan a la política para atender la dinámica demográfica, actualizada en 2022, y abundó en los objetivos de esa política.
De acuerdo con Aja, esos objetivos son: incentivar en lo posible la natalidad, respetando los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, y los nacimientos, cuando lo desee, pero no sobre la base de la fecundidad adolescente; el segundo, la satisfacción de las necesidades de la calidad de vida de la población envejecida de 60 años y más; el tercero, lograr que trabaje toda la población, esté envejecida o no; y el cuarto, analizar las causas que provocan la migración interna y externa.
Según Aja, los datos contribuyen a estructurar la estrategia de desarrollo económico y social del país, en función de la población, como objeto y sujeto del desarrollo, y que el gobierno, en los diferentes niveles, pueden conocer la población y planificar.
(Tomado de Tribuna la Habana)
Fotos: Raquel Sierra