1935. Fue investido como Historiador de la ciudad de La Habana Emilio Roig de Leuchsenring.

Desde esta designación creó y organizó la Oficina del Historiador de la Ciudad en 1936.

También atendió la organización de los Cuadernos de historia habanera, obras claras, sencillas y de distribución gratuita sobre temas históricos diversos que estuvieron  apareciendo ininterrumpidamente hasta el año 1962.

Editó además las Actas capitulares del Ayuntamiento de La Habana; y la Colección histórica cubana y americana. Fue miembro de la Junta Nacional de Arqueología y Etnología, del Colegio Nacional de Periodistas, de la Comisión de Monumentos, Edificios y Lugares Históricos y Artísticos Habaneros, de la Sociedad Cubana de Derecho Internacional, del Colegio de Abogados de La Habana y de otras instituciones. Fue el autor de más de cien libros y folletos sobre la historia de Cuba. Varios de ellos guardan relación con aspectos relacionados con La Habana.

1975. Fue creada en La Habana la Asociación Nacional del Ciego, conocida por sus siglas ANCI.

La Asociación tuvo como su antecedente una asamblea efectuada a mediados de 1975 en la escuela para ciegos de La Habana. En dicha reunión participaron invidentes y débiles visuales de diferentes provincias del país. Se analizaron los pormenores para dejar constituida su primera organización con un carácter verdaderamente nacional. Se estructuraron las filiales en todos los municipios del territorio nacional. Fue un proceso largo, pero que daría sus frutos en el afán de marchar dando pasos seguros.

Desde su constitución la organización ha contribuido extraordinariamente en la transformación y divulgación de la nueva imagen de los no videntes en Cuba. En las diversas instancias de la estructura orgánica de la ANCI los equipos ejecutivos están integrados mayoritariamente por discapacitados ciegos o de baja visión, lo que ha hecho posible el surgimiento de un gran número de cuadros de dirección en todo el país.

El triunfo y posterior desarrollo de la Revolución en Cuba trajo consigo profundas transformaciones en el orden económico, político y social de la población invidente. En la actualidad los ciegos y débiles visuales de Cuba no sólo cuentan con una escuela especializada, sino también con un centro nacional de rehabilitación que fue construido con la ayuda de la asociación de invidentes noruegos, el que está considerado como uno de los más avanzados en América Latina. Otro logro relevante de la ANCI es su centro cultural recreativo, ubicado en la Habana.

1977. Se crea en La Habana el Centro de Estudios Martianos.

Fue fundado inicialmente en la Biblioteca Nacional José Martí. Desde su inicio ha tenido el propósito de estudiar e investigar la obra y el pensamiento de José Martí, recopilar y preservar sus manuscritos, ediciones originales, fotografías y otros documentos y objetos personales, así como promover la difusión de la obra y la biografía del más universal de los cubanos.

Cuenta con diferentes áreas de trabajo que se dividen en investigación, promoción y extensión cultural, relaciones internacionales, biblioteca especializada, editorial y Portal José Martí.

La casa que le sirve de su sede actual tiene una gran significación ya que en ella vivió José Francisco Martí Zayas Bazán, hijo de José Martí. Está considerada por estudiosos de arquitectura como una vivienda atractiva por su estilo arquitectónico. Una de las principales tareas que ha encarado el Centro en los últimos años ha sido la Edición Crítica de las Obras Completas de Martí.