Efemérides habaneras. 21 de junio
1860. Fallece el poeta y periodista cubano Ramón de Palma.
Su nacimiento ocurrió en La Habana el 3 de enero de 1812.
Estudió Latín, Filosofía y Jurisprudencia en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio de La Habana. Desde muy joven comenzó a escribir y trabajar en el magisterio.
En 1839 comenzó a trabajar en la redacción de El Álbum que era una de las grandes revistas cubanas del siglo XIX, de la cual fue editor y director. Fue considerado como uno de los discípulos más fieles del venezolano radicado en Cuba Domingo del Monte, por el estrecho vínculo que siempre lo unió, en vida y obra, a las tertulias e ideas de este intelectual.
Estuvo entre uno de los cultivadores más relevantes de la narrativa cubana durante la primera mitad del siglo XIX, aunque su obra no tuvo el reconocimiento merecido en su tiempo. Entre sus obras se encuentran las tituladas La vuelta del cruzado, Aves de paso, El ermitaño del Niágara, Hojas caídas, Melodías poéticas y Cantares de Cuba.
1927. Nace en el barrio de Los Pinos en La Habana José Antonio Méndez.
Desde muy joven puso de manifiesto su interés por la música. Tuvo una formación autodidacta.
Ya a los doce años compitió en un programa radial identificado como La Corte Suprema del Arte en el cual interpretó un corrido mexicano. Con el paso del tiempo sobresalió como un gran compositor y un intérprete muy peculiar. Llegó a ser conocido en el mundo artístico como “El Ronco de Oro”, el “King” o “El Rey del feeling”.
En la década de los años cuarenta comenzó a estudiar la guitarra y se vinculó con otros jóvenes amantes de la música y fue así como a través del compositor y guitarrista Antonio, Ñico, Rojas fue a la casa de Angelito Díaz en el Callejón de Hammel. Luego formó parte del grupo Loquibambia con él maestro Frank Emilio y actuó en la emisora Mil Diez. En 1949 se marchó hacia México donde se presentó en cabarets y en el salón más famoso del Distrito Federal, “El Cardini Internacional”. En este país se vinculó con otros artistas cubanos que triunfaban allí.
No fue su voz lo sobresaliente en él, sino el modo en que interpretaba, con un timbre bastante grave. Muchas de sus creaciones musicales llegaron a alcanzar gran popularidad tanto en Cuba como en el extranjero. Baste tan solo mencionar estos títulos: La gloria eres tú, Novia mía, Tú mi adoración, Mi mejor canción, Ese sentimiento que se llama amor, Si me comprendieras, Cemento, Ladrillo y Arena, así como Me faltabas tú.
Este popular artista cubano tuvo como premisa la sinceridad y la autenticidad en toda su labor y actuación en la vida.
Su fallecimiento ocurrió en La Habana debido a un accidente de tránsito el 10 de junio de 1989.
2001. Fallece Hortensia Pichardo Viñals.
Había nacido también en La Habana el 22 de enero de 1904.
Su niñez y adolescencia transcurrieron en un ambiente tranquilo, sin riquezas, pero sin grandes inquietudes. Vivió en un hogar donde primó el amor y el respeto entre padres, hijos y otros familiares.
Se graduó primero en la Escuela Normal de Maestros y después en la Universidad de La Habana en las especialidades de Pedagogía y Filosofía y Letras. Ejerció la docencia por casi dos décadas en el Instituto de la Víbora y a partir de 1961 laboró en la Universidad de La Habana. Se le considera como piedra angular en la historiografía cubana. Educó en el aula, en el archivo, incluso hasta en su casa cuando era visitada por alumnos y amigos. Resultó además catalogada como un paradigma de maestra en la historia de Cuba, no sólo por su consagración a la enseñanza sino también por la difusión de los conocimientos históricos que asumió como un verdadero apostolado.
Se le otorgó la condición de Profesora de Mérito de la Universidad de La Habana y el título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. Sus principales aportes a la educación se presentan en los trabajos de investigación sobre temas cubanos realizados en mapotecas, en el Archivo Nacional, en la Biblioteca de la Sociedad Económica de Amigos del País, en el Archivo Municipal y en el Museo de Santiago de Cuba. Estos fueron publicados junto a su esposo Fernando Portuondo, historiador, ensayista a y profesor universitario. Se destaca la obra “En torno a la conquista de Cuba”, que constituye un referente para profesores y estudiantes.
Fue una activa participante de los congresos nacionales de Historia y fue fundadora de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba. Igualmente colaboró con distintos periódicos y revistas nacionales.
Por su meritoria labor recibió numerosos reconocimientos y condecoraciones del Gobierno cubano, las organizaciones de masas e instituciones científicas y académicas. En 1997 se le confirió el Premio Nacional de Historia.