Efemérides habaneras. 17 de junio
1905. Fallece en La Habana el General Máximo Gómez.
Nació el 18 de noviembre de 1836 en el poblado de Baní, en Santo Domingo.
Inicia su carrera militar a los 20 años de edad, cuando se alista como soldado para defender a su país de ataques procedentes de la vecina Haití. Ya en 1863 ostenta el grado de Capitán de caballería. Al cesar la dominación española sobre Santo Domingo, muchos oficiales dominicanos se trasladan a Cuba junto a sus familiares, entre ellos, el entonces Comandante Máximo Gómez Báez. El 16 de octubre de 1868, se incorpora a la guerra por la independencia de Cuba con el grado de sargento, y dos días después atendiendo a su experiencia y capacidad desde el punto de vista militar, Carlos Manuel de Céspedes lo asciende a Mayor General.
Durante la guerra de los 10 años, ocupa la jefatura militar de todos los cuerpos de ejército y demuestra excepcionales cualidades combativas. Tras la firma del Pacto del Zanjón, en 1878, regresa a su país. El 25 de marzo de 1895 Martí y Gómez firmaron lo que la historia cubana ha recogido con el nombre del Manifiesto de Montecristi en el que se delinearon los objetivos y las características de la guerra que Martí había calificado como necesaria. En 1895 Gómez volvió a llegar al territorio cubano. y a partir de entonces, participó activamente en el desarrollo de la guerra. Dirigió diversas batallas y protagonizó, junto a Antonio Maceo, la epopeya de la Invasión.
Se le reconoce como uno de los más insignes jefes militares de las gestas independentistas de Cuba y como alguien que es símbolo del internacionalista.
1943. Nace en el poblado de Bejucal, entonces provincia de La Habana, Rosa Elena Simeón Negrín.
En el transcurso de su existencia fue una insigne científica cubana, formada por la Revolución. Dedicó gran parte de su vida al avance científico y tecnológico del país.
Su quehacer estuvo caracterizado por su profunda convicción revolucionaria y su cabal dominio de las misiones asignadas. Representó a Cuba en diversos foros internacionales vinculados a la ciencia, la tecnología y el medio ambiente. Su prestigio personal y autoridad moral fueron ampliamente reconocidos entre las autoridades y personalidades de varios países vinculados a esa rama en el mundo.
Entre otras responsabilidades desempeñó las funciones de Ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
Recibió numerosos reconocimientos científicos y profesionales y las más altas distinciones, entre ellas la de Heroína Nacional del Trabajo de la República de Cuba y la Orden Carlos J. Finlay, el más alto reconocimiento nacional que se otorga a las personalidades científicas en el país. Falleció en La Habana el 22 de octubre del 2004.