De cumpleaños, el túnel de La Bahía de La Habana
Inaugurado el 31 de mayo de 1958 el túnel de La Habana permite la rápida comunicación entre el centro histórico urbano con la zona noreste de la capital cubana.
Desde la década de los años treinta en el siglo XX un grupo de acaudaladas familias cubanas concibieron la idea de proponer la construcción de un puente sobre la entrada de la bahía habanera.
Cuando anunciaron esto el congreso de los Estados Unidos de América objetó la idea porque temía que, en el caso de un conflicto internacional el puerto de La Habana, estratégicamente situado en la entrada del Golfo de México, quedaría cerrado a la navegación marítima, si el puente era dinamitado por el enemigo. Entonces a fines de los años 40 surgió la idea de construir un túnel por debajo de las aguas de la entrada de la bahía de La Habana.
Los trabajos de construcción del túnel se iniciaron el 19 de septiembre de 1955 por una empresa francesa y su construcción duró dos años, 8 meses y 12 días.
Constituyó la obra más ambiciosa de ingeniería que se construiría en la capital, y en Cuba, hasta esa fecha. El túnel cuenta con una longitud de 733 metros bajo el nivel del mar y un ancho de 22 metros.
Tiene una capacidad de circulación de alrededor de 1 500 vehículos por hora en cada una de sus dos vías. Hay 4 sendas, dos en cada sentido del tránsito. Un automóvil a 60 kilómetros por hora puede pasar el túnel en 44 segundos.
La entrada de oeste a este del túnel de La Habana es como un gran trébol, significativamente llamado orquídea. Allí existe un bello monumento ecuestre que perpetúa la gloria épica del generalísimo Máximo Gómez.
Para poder construir este túnel se necesitó dragar más de 250 mil metros cúbicos de rocas y 100 mil de arena. La obra costó 35 millones de pesos contando con la autopista hasta la Vía Blanca, aunque una parte de esa suma fue malversada y fue a parar a las cuentas bancarias de algunos funcionarios corruptos.
El túnel de La Habana cuenta con un sistema de ventilación que contribuye a sanear el ambiente de los gases emanados de los motores de los vehículos.
La extensión total de las vías, contando las de acceso y las que se hallan bajo el nivel del mar es de 1 974 metros. El calado, profundidad del mar sobre el túnel, es de 12 a 14 metros. Todo el interior del túnel está revestido de azulejos blancos sin brillo que permiten la reflexión de la luz y evita el deslumbramiento.
El túnel de La Habana permite la comunicación rápida con los barrios situados al este de la capital cubana. Por la ruta antigua había que recorrer 16 kilómetros. Por el túnel tan sólo siete coma cinco.
Existe una singular creación musical inspirada en este túnel. Se trata de una picaresca obra de Enrique Jorrín, destacado violinista, director de orquesta y compositor cubano.
En La Habana existen otros dos túneles, ambos más pequeños que el que hemos hecho referencia. Son los que cruzan por debajo del río Almendares y que permiten la comunicación con la zona noroeste de la capital cubana. Ambos túneles se localizan muy cerca de la desembocadura del rio Almendares.
Estos túneles suelen ser comúnmente identificados como el de Línea y el de Calzada, respectivamente.
El primero de los señalados interrelaciona la Avenida 31 en el municipio Playa con la calle Línea, en el municipio Plaza de la Revolución. El otro propicia la comunicación de Quinta Avenida y la Avenida Calzada ó Séptima en los municipios anteriormente citados.
El túnel de La Habana es considerado una de las 7 maravillas de la ingeniería cubana del pasado siglo XX. #LaHabanaDeTodos tiene en ese enclave un espacio de inspiración y pertenencia.