José Martí en el aniversario 129 de su caída en combate
En plena correspondencia con lo que fuera capaz de proclamar con respecto a la muerte necesaria, tanto en poemas, discursos, cartas y trabajos, el 19 de mayo de 1895 se produjo la caída en combate de José Martí en la zona de Dos Ríos, en la entonces provincia de Oriente.
Precisamente en una parte de uno de sus Versos Sencillos José Martí había afirmado:
No me pongan en lo oscuro
A morir como un traidor
Yo soy bueno y como bueno
Moriré de cara al sol.
Tenía tan sólo 42 años cuando murió en la zona oriental del territorio cubano cuando daba su contribución directa al desarrollo de la guerra por la independencia de su tierra natal.
A través de su breve pero fecunda existencia Martí expuso consideraciones acerca del desarrollo de la vida de los seres humanos e incluso también sobre la muerte.
Él incluso llegó a asegurar con particular firmeza:
“Otros lamentan la muerte necesaria; yo creo en ella como la almohada y la levadura, y el triunfo de la vida.”
Martí precisó en forma muy especial y elocuente el significado que tenía morir peleando por la patria.
Ejemplo de ello es su obra Abdala, que escribió cuando era un adolescente, drama en verso, en la que narra la historia de un joven guerrero que lucha en defensa de su tierra natal que ha resultado agredida.
En la parte final de dicha obra se enfatizó:
“¡Oh, que dulce es morir cuando se muere luchando por defender la patria!”
Años después en diversas cartas que envió a amigos y colaboradores José Martí igualmente expuso disímiles apreciaciones en torno a la muerte.
Incluso destacó la diferencia que tenían para él las personas que mueren vil y cobardemente de las que caen en brazos de la patria agradecida.
Y al referirse a sí mismo en una misiva dirigida a Federico Giroudi, con fecha 21 de septiembre de 1892, llegó a exponer:
“... yo no conozco más muerte que una y es la de perder la fe en mis compatriotas, y de eso, sé que no he de morir”.
También en trabajos periodísticos que elaboró y en discursos que pronunció Martí trató el tema de la muerte. Por ejemplo en un trabajo acerca de Emerson, publicado en la Opinión Nacional de Caracas el 19 de mayo de 1882 expresó:
“... la muerte no aflige ni asusta a quien ha vivido noblemente: sólo le teme el que tiene motivos de temer: será inmortal el que merezca serlo...”
Hemos hecho referencia a lo expresado por Martí en relación con la muerte y podemos precisar que él fue consecuente con lo señalado al respecto.
Él creyó en la muerte necesaria y como tal puso su vida al servicio de la causa de su pueblo sin importarle los riesgos que ello entrañaba.
Destacó que cada hombre debía prestar sin que nadie lo regañe, el servicio que lleve en sí.
En realidad él actuó en forma coherente y consecuente con sólidos principios.
Ya desde la etapa de su juventud había proclamado que su oficio era cantar todo lo bello, encender el entusiasmo por todo lo noble y honrado.
Y de manera muy especial hoy queremos recordar algo que Martí expuso que se ha cumplido en su caso cuando a casi 130 años de su muerte él sigue siendo fuente de inspiración y enseñanza no sólo para nosotros los cubanos sino también para múltiples personas en diferentes partes del mundo.
Martí enfatizó:
“La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra dela vida. “
Nuestro Héroe Nacional y Apóstol de la independencia de Cuba y América, es guía y motivación para las nuevas generaciones a las que llamó “los Pinos Nuevos”, por la trascendencia de su vida y obra y por la significación y vigencia de sus principios.
Diversas personalidades de Cuba y de otras partes del mundo, entre ellos dirigentes políticos, historiadores y escritores, por tan sólo citar éstos a manera de ejemplo, han dejado constancia del valor y actualidad que le atribuyen a José Martí.
Precisamente el Comandante en Jefe Fidel Castro un discurso que pronunció el 29 de enero del 2003 en la clausura de la Conferencia Internacional Por el Equilibro del mundo, efectuada en La Habana, con motivo del Sesquicentenario del natalicio de José Martí, aseguró:
“-Más allá de Cuba, ¿qué recibió de él el mundo? Un ejemplo excepcional de creador y humanista digno de recordarse a lo largo de los siglos.
“¿Por quiénes y por qué? Por los mismos que hoy luchan y los que mañana lucharán por los mismos sueños y esperanzas de salvar al mundo, y porque quiso el azar que hoy la humanidad perciba sobre ella y tome conciencia de los riesgos que él previó y advirtió con su visión profunda y su genial talento.”
“El día en que cayó, el 19 de mayo de 1895, Martí se inmolaba por el derecho a la vida de todos los habitantes del planeta.”