1907. Nace en La Habana Raúl Roa García.

Desde joven se vinculó con personas que tenían inquietudes políticas y culturales.  Era estudiante universitario cuando comenzó a escribir para el suplemento literario del Diario de la Marina.

En 1927 tuvo que salir hacia los Estados Unidos de América debido a la represión desatada por el dictador Gerardo Machado. En Nueva York se incorporó a la Asociación de Nuevos Emigrados Revolucionarios Cubanos, organizada por Julio Antonio Mella en México.  Regresó posteriormente en forma clandestina a Cuba para participar en la frustrada asonada “Asalto a los cuarteles” del 24 de diciembre de 1930. Desde el Ala Izquierda Estudiantil escribe materiales para Línea, órgano de ese instrumento político insurreccional. Entre dichos trabajos estuvo el identificado como “Tiene la palabra el camarada máuser”, en el que llamaba a tomar las armas.   Por sus actividades revolucionarios padeció el presidio.

Lograda su excarcelación después de derrocada la dictadura machadista, desenvuelve actividades en el ámbito universitario.

Años después tras haberse efectuado en Cuba el golpe de estado del 10 de marzo de 1952, Roa  participó en actividades conspirativas y finalmente tuvo que salir hacia México.

En 1959 al producirse el triunfo de la Revolución retornó a Cuba y fue designado primero embajador ante la Organización de Estados Americanos y en diciembre del propio año Ministro de Relaciones Exteriores. Fue calificado en el país como el Canciller de la Dignidad por sus firmes intervenciones realizadas en encuentros a nivel internacional en los que, en representación del pueblo cubano,  se enfrentó resueltamente a los planteamientos que exponían representantes de gobiernos al servicio de los intereses de los Estados Unidos para atacar a Cuba y su Revolución.

Fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde su constitución en 1965. En 1976 fue elegido Diputado y Vicepresidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba. Se destacó también escritor. Entre sus libros más sobresalientes resaltan: Retorno a la alborada, Escaramuza en las vísperas y otros engendros, La Revolución del 30 se fue a bolina, así como Aventuras, venturas y desventuras de un mambí. Póstumamente fue publicado su libro El fuego de la semilla en el surco sobre Rubén Martínez Villena. Falleció en La Habana el 6 de julio de 1982.

1948. Muere en La Habana, la enfermera Pelegrina Sardá.

Su nacimiento tuvo lugar en el poblado de Manzanillo, en la entonces provincia de Oriente, el 5 de mayo de 1872.

Realizó estudios en la escuela de enfermería del Hospital Número Uno. Llegó a ocupar el cargo de Superintendente en la escuela de enfermeras en el Hospital General Calixto García.

El 9 de junio de 1918 fue electa Presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras de Cuba.

En 1921 organizó la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba, que quedó constituida por cinco asociaciones, una de las cuales fue la de enfermeras.

Más adelante trabajó en función de crear una fecha para celebrar el día de las enfermeras en Cuba, proyecto que se materializó el 3 de junio de 1924. Ésta fue la última actividad importante realizada bajo la presidencia de Pelegrina.

1965. Fallece en La Habana César Escalante.

Nacido el 12 de diciembre de 1915 en La Habana sobresalió como un destacado luchador revolucionario y dirigente político. Una parte de su niñez transcurrió en la zona de Jiguaní, en la entonces provincia de Oriente.  Ya en la etapa final de los años de la década del veinte y principios de la siguiente, de retorno en La Habana, se manifiestan sus inquietudes políticas en la lucha contra la tiranía de Gerardo Machado.

En 1931 estableció relaciones con el movimiento comunista, particularmente con la Liga Juvenil Comunista y Defensa Obrera Internacional.  Ya en 1933 asumió responsabilidades dentro de la Liga Juvenil Comunista. Tras el derrocamiento de la tiranía machadista, participó como delegado de la Confederación Nacional Obrera de Cuba en las movilizaciones de los trabajadores azucareros por diferentes reivindicaciones proletarias en la región de Güines. 

El primero de octubre de ese año fue enviado como organizador al Distrito de Oriente, cuyo Comité residía en la ciudad de Manzanillo.

Constantemente perseguido y finalmente  preso por las actividades que realizaba, retornó a La Habana en 1934 y durante el primer congreso nacional de la Liga Juvenil Comunista fue elegido miembro del Buró Nacional  de la citada organización. Ocupó entonces nuevamente la Secretaría General del distrito  de La Habana.  A partir de 1937 pasó a trabajar, en forma clandestina, dentro del movimiento comunista y tras haberse logrado la legalización  del Partido Socialista Popular, fue elegido miembro de su Comité Central.

En los años de la década del cuarenta y principios del cincuenta se distinguió por su defensa de los intereses de los trabajadores y evidenció una actitud combativa contra la corrupción administrativa de los gobiernos existentes en el país en esa etapa.

Esta labor la realizó desde su posición como concejal del Ayuntamiento de La Habana entre 1942 y el 10 de marzo de 1952.

Algún tiempo después de la instauración en Cuba de la dictadura militar reaccionaria el Partido Socialista Popular  pasó a la clandestinidad y  fue designado miembro del Buró ejecutivo del Comité Nacional y permaneció en las funciones de Secretario General del Comité Municipal de La Habana.

En 1959 tras haberse producido el triunfo de la Revolución empezó a participar en forma activa en el desarrollo del proceso. A partir de 1962 se le encomendó la responsabilidad de dirigir la Comisión de Orientación Revolucionaria primero de las Organizaciones Revolucionarias Integradas y después del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba, en cuyas funciones se mantuvo no obstante hallarse en la última etapa muy delicado de salud hasta el final de su existencia.