Especiales

Rating 0 - Votos (0)

48 visitas

Huelga del 9 de abril: La reacción con firmeza ante los reveses y situaciones difíciles

El 9 de abril de 1959, pocos meses después de haberse producido la victoria de la Revolución, el Comandante en Jefe Fidel Castro expuso consideraciones significativas en relación con la actitud que debe asumir un revolucionario ante reveses transitorios o situación particularmente difíciles.

Fidel entonces habló en un acto efectuado en La Habana para conmemorar el primer aniversario de la huelga del 9 de abril y rendir homenaje  a los caídos en 1958 como consecuencia de la represión desatada por la dictadura militar reaccionaria.

Fidel señaló en esa ocasión que no fue el triunfo del pueblo algo fácil y explicó que hubo que encarar derrotas y la represión que desató la dictadura batistiana.

Detalló que era bueno recordar también, cómo se superaba el pueblo a cada una de esas situaciones difíciles “porque si bien es cierto que fueron amargas y que muchos hombres valerosos cayeron, también es cierto que nuestro pueblo se hizo un propósito y que ese propósito se cumplió a pesar de todos los reveses.”

Más adelante precisó que el fracaso de la huelga del 9 de abril fue el golpe más duro que sufrió la revolución a lo largo de su trayecto, pero fue un golpe del que supo rehacerse el pueblo.



En otra parte de su discurso Fidel manifestó que precisamente los pueblos que aprenden de los acontecimientos históricos pueden llegar adelante, muy lejos en la marcha hacia el futuro.

Y seguidamente puntualizó: “Es bueno recordar las horas difíciles, porque hay dos clases de hombres, hay dos clases de ciudadanos: Los que permanecen firmes en las horas difíciles y los que se acobardan en las horas difíciles; dos clases de pueblos: los que creen en las horas difíciles y los que pierden la fe en los momentos difíciles…”

Como parte  de las acciones previstas para propiciar el desarrollo de la lucha contra el régimen dictatorial existente en Cuba se decidió la realización de una huelga revolucionaria prevista para el 9 de abril de 1958.

Ese día tanto en La Habana como en otros lugares de Cuba, muy especialmente en Sagua la Grande, en la entonces provincia de Las Villas un gran número de combatientes revolucionarios, en su gran mayoría jóvenes obreros y trabajadores humildes, intentaron paralizar a la nación y desatar un movimiento de masas que propiciara el derrumbe de la dictadura batistiana.

En los primeros meses de 1958 integrantes de la dirección del Movimiento 26 de Julio que radicaban y llevaban adelante la lucha clandestina en ciudades y poblados estimó que estaban dadas las condiciones para desatar una huelga general revolucionaria en todo el país.

En esos momentos la insurrección contra la tiranía batistiana vivía un momento de auge ya que en la Sierra Maestra los miembros del Ejército Rebelde, encabezados por Fidel Castro, habían obtenido una importante victoria en la batalla de Pino del Agua y después se habían constituido el Segundo y el Tercer Frente lo cual amplió el radio de acción de los combatientes rebeldes en la provincia de Oriente.

En la estrategia del movimiento revolucionario, la realización de una huelga general, acompañada por las acciones armadas que desde finales de 1956 realizaba el Ejército Rebelde en la Sierra Maestra,  propiciaría el derrumbe total de la dictadura batistiana.

El 9 de abril en correspondencia con el llamado a la huelga realizado a través de una trasmisión por una emisora de radio de alcance nacional se llevaron a cabo acciones armadas en numerosas ciudades, entre ellas en La Habana, aunque el mayor despliegue tuvo lugar en la ciudad de Sagua la Grande.

No obstante factores de orden táctico y organizativo impidieron que la huelga lograra el objetivo propuesto y que se produjera la caída, vilmente asesinados de números combatientes clandestinos, entre ellos Marcelo Salado, en La Habana.



El 14 de abril Fidel realizó una primera intervención especial a través de Radio Rebelde, emisora que había comenzado sus trasmisiones desde hacía casi dos meses en la Sierra Maestra.

Fidel se refirió al fracaso de la huelga y precisó cómo había que prepararse para enfrentar la posible ofensiva que pudiera llevar a cabo la dictadura a partir de ese instante con el propósito de exterminar la lucha revolucionaria en todo el país.

Detalló que sobre el montón de cadáveres con que la dictadura ahoga en sangre la huelga no se puede mantener en el poder ningún gobierno, porque los centenares de jóvenes y obreros asesinados en esos días y la represión sin precedente desatada contra el pueblo, no debilitaba la Revolución, “sino que la hace más fuerte, más necesaria, más invencible.”

Agregó: “La sangre derramada hace más grande el valor y la indignación, que cada compañero caído en las calles de las ciudades y en los campos de batalla despierta en sus hermanos de ideal un deseo irrepetible de dar también la vida, despierta en los tibios el sentimiento de la patria que se desangra por su dignidad, despierta en todos los pueblos de América la simpatía y la adhesión.”

Fidel reiteró que ni las fuerzas represivas del régimen, ni su legión de confidentes y traidores podían contrarrestar el avance revolucionario. Y aseguró al pueblo de Cuba que la Sierra Maestra sería una fortaleza invencible y que los rebeldes mantenían el juramento “de que la patria será libre o morirá hasta el último combatiente.”

Varias semanas después, exactamente el tres de mayo de 1958, convocado por Fidel se realizó en la Sierra Maestra una reunión con los dirigentes del Movimiento 26 de Julio para no sólo analizar lo de la huelga sino sobre todo coordinar un plan de acción a realizar de inmediato que garantizase la continuidad de la guerra contra la dictadura.

Y esto se hizo realidad en el transcurso de los siguientes meses de 1958.

Tanto la lucha en las zonas montañosas como en las ciudades y poblados se intensificó hasta lograr las aniquilación del régimen dictatorial y el triunfo de la  Revolución.

Y hace 65 años en ocasión de hablar en La Habana sobre  la huelga del 9 de abril y comentar en torno a los nuevos retos que tenía ante sí el pueblo para lograr el desarrollo de la naciente Revolución y enfrentar otros momentos difíciles como consecuencia de acciones que pudieran llevar adelante los enemigos Fidel expuso las siguientes palabras que tienen en la actualidad una gran vigencia. ´

“El pueblo de Cuba debe saber que la revolución es lucha, que la palabra lucha no debe asustar a un pueblo. Lucha es una palabra de timbre de orgullo para cualquier pueblo que tenga que luchar por defender la revolución.”

Fotomontajes tomados de la red social X (antiguamente nombrada Twitter)

Su opinión importa
Déjenos sus comentarios

Tenga en cuenta que:

  • No debe usar palabras obscenas u ofensivas.
  • Deben estar relacionados con el tema.
  • No se publicaran los que incumplan las políticas anteriores.




0 comentarios insertados