1953. Nace en La Habana Gladys Goizueta Simal.

Se destacó como locutora en la radio cubana. Se inició en la emisora Radio Popular, en La Habana. Lo hizo inicialmente en forma voluntaria por no tener edad laboral. Después laboró  en Radio Internacional. Entre 1970 y 1974 estudio  actuación en la Escuela para la formación de actores.

A partir de 1984 comenzó a trabajar en Radio Rebelde, donde además fue directora de programas y Subdirectora de Programación de la emisora, funciones que desempeñó  hasta que se produjo su deceso.

También fue Vicepresidenta de la Sección de Cine, Radio y Televisión de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, (UNEAC).

Licenciada en Filología laboró, además,  como profesora adjunta de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y del Instituto Internacional de Periodismo José Martí.

En Radio Rebelde fue fundadora de los programas Haciendo Radio y Visión. En este último laboró hasta su fallecimiento ocurrido en La Habana el 8 de enero de 2008.

Por su meritoria labor se le confirieron varios reconocimientos. Integró   jurados en concursos y en festivales de la radiodifusión cubana.

1978. Se funda el Centro Nacional de Derecho de Autor.

Constituye la institución encargada de proponer y aplicar la política nacional e internacional para la protección de los autores cubanos.

Su misión está diseñada para contribuir a la creación de condiciones jurídicas, morales y materiales propicias para el trabajo de escritores y artistas y para el fomento de la creación.

Conocido popularmente por sus siglas, el CENDA tiene además funciones derivadas del ejercicio de los derechos de autor y en tal sentido tiene que ver con el otorgamiento de licencias de uso de obras protegidas, así como el cobro y distribución de la remuneración establecida por ese uso, entre otras.

Tiene su sede en la calle 15 número 604 entre B y C, en el Vedado, Municipio Plaza de la Revolución.

El CENDA presta atención a la formación de especialistas en materia de Derecho de Autor, mediante la participación e implementación de cursos y adiestramientos, y el incremento permanente de sus fondos bibliográficos.

1996.  Fallece la destacada compositora, pianista y directora de coros Isolina Carrillo Estrada.

Su nacimiento tuvo lugar en la capital cubana el 9 de diciembre de 1907.

Llegó a ser considerada entre los mitos del bolero en Latinoamérica y otros lugares del mundo.

Una de sus obras, la titulada Dos Gardenias, se convirtió en una especie de símbolo en la música popular cubana y alcanzó además gran aceptación a nivel internacional. Acerca de su método para componer señaló que primero buscaba la melodía y más tarde la letra y ésta última le sugería el título. Resultó además la primera creadora que le puso música a un texto de una firma publicitaria en Cuba, por tanto, se le considera como la pionera del jingle en nuestro país.

También se desenvolvió durante su vida artística como pianista acompañante y trabajó como repertorista en el Instituto Cubano de la Radio y la Televisión.

2000.   Fallece en La Habana Jilma Madera.

Fue una de las grandes escultoras cubanas. Entre sus obras se encuentra el busto de José Martí que se localiza en el Pico Real del Turquino, la mayor altura de Cuba.

Nacida el 18 de septiembre de 1915 en una finca de la provincia de Pínar del Río inicialmente comenzó a estudiar piano pero después ingresó en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura de San Alejandro, en la capital cubana y en The Art Student League en Nueva York. Fue desde la etapa de su niñez y juventud una gran admiradora de la vida y la obra de José Martí.

También fue la creadora del Monumento El Cristo de La Habana, que se halla en la zona de Casablanca, en uno de los laterales de la bahía de la capital cubana.

Se trata de una escultura de 20 metros, que pesa 320 toneladas y está conformada por 67 piezas.

De manera muy especial sobresalen las manos  del Cristo concebidas por ella. Con respecto a esta cuestión manifestó: “Las manos son una parte del cuerpo que la mayoría de los escultores y los pintores le temen mucho. La realidad es que son muy difíciles, más difíciles, incluso, que un rostro. Cualquier escultor puede hacer un rostro, y sin embargo, pueden NO hacer una mano. Tienen la picardía de esconderlas, de ponerle algo porque es muy difícil hacer una mano.