Efemérides habaneras. 11 de enero
1816. Nace en La Habana Francisco de Albear y Fernández de Lara.
En 1838 se gradúa en España de ingeniero con los máximos honores Por Real Orden del 26 de diciembre de 1839 se le nombra Teniente de Ingenieros. Fue seleccionado por sus dotes científicas y provechosa labor para realizar un viaje de estudios por varios países europeos, lo que contribuyó a sentar las bases de sus obras más notables.
Regresó a La Habana en 1845, y al año siguiente empezó a desempeñar las funciones de Director General de Obras Públicas de la Real Junta de Fomento. Hasta 1854 intervino en más de 82 obras entre proyectos y construcciones, así como reparaciones.
Se destaca su participación en la construcción de varios puentes, entre ellos, el conocido como Puentes Grandes, sobre el río Almendares y el Conde de Alcoy, sobre el río Luyanó, carreteras, caminos, y calles y avenidas como Concha, Vives y Cristina, en La Habana.
Su acción contribuyó a incentivar el interés de las autoridades españolas y la población criolla por atender una serie de necesidades urgentes de la Isla. Se ocupó de la instalación de las primeras líneas telegráficas cubanas, construcción de muelles, más de sesenta edificios entre ellos la Lonja Mercantil.
También elaboró un Proyecto de Carretera Central de Cuba y de Ferrocarril Central. En 1855 fue nombrado Presidente de la Comisión encargada del estudio para abastecer de aguas potables a La Habana, y presentó al año siguiente su Memoria sobre el Proyecto de Conducción a La Habana de las aguas de los manantiales de Vento.
Su fallecimiento ocurrió en La Habana el 23 de octubre de 1887.
1960. El Comandante en Jefe Fidel Castro le hace entrega al Ministerio de Educación, para convertirla en escuela, la Quinta Estación de la Policía de La Habana, uno de los centros más represivos que operaban en la capital cubana.
En sus palabras señala: “Si fuésemos un pueblo indigno de la obra que estamos haciendo habría peligro, pero no hay peligro precisamente porque se trata de un pueblo heroico, un pueblo unido, de un pueblo lleno de esperanza y de un pueblo que no tiene miedo.
Más fácilmente se arremete a un pueblo atemorizado que a un pueblo valiente, por eso en nuestra conciencia revolucionaria, en nuestra unión y en el espíritu heroico de nuestro pueblo, está nuestra mayor fuerza y por eso podemos seguir adelante.
Demostramos nuestra fé en el porvenir de la Patria, demostramos nuestra idiosincrasia, demostramos cómo nosotros sí creemos de verdad que el porvenir de nuestro Pueblo está en la cultura y que el problema de la defensa de la Patria no está en un uartelito.
Se que al mismo momento que destruimos el pasado, tenemos que construir el porvenir. Nos engañaríamos si no comprendiéramos que la tarea es larga; nos engañaríamos si no comprendiéramos nuestras dificultades y nuestras limitaciones.
1980. Falleció en La Habana la destacada luchadora y dirigente revolucionaria Celia Sánchez Manduley.
En los años finales de la década del cuarenta y principios de la siguiente, mostró su adhesión a los planteamientos que hacía el líder del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), Eduardo Chibás, quién denunciaba la corrupción y los turbios manejos de los dirigentes y funcionarios del gobierno. Cuando en marzo de 1952 se produjo el golpe de estado de Fulgencio Batista, ella se opuso resueltamente al régimen dictatorial impuesto por la fuerza.
Al realizarse en julio de 1953 el ataque al cuartel “Moncada”, patentizó su solidaridad con el grupo de jóvenes que habían realizado esa audaz acción. Dos años después ella fue una de las fundadoras en la zona donde vivía del Movimiento 26 de Julio y en los meses siguientes y durante 1956 en coordinación con el dirigente de esa organización en la provincia de Oriente, Frank País, trabajó en forma intensa en preparar condiciones para darle el apoyo necesario a la expedición encabezada por Fidel Castro.
En los días posteriores al desembarco desempeñó un papel muy significativo en el apoyo a los combatientes rebeldes. Algún tiempo después también ayudó a trasladar al primer contingente de hombres enviado por Frank País como refuerzo al Ejército Rebelde y fue ella la primera mujer en incorporarse a esta fuerza guerrillera en el año 1957. Cumplió disímiles tareas en la Comandancia General del Ejército Rebelde.
Después del triunfo revolucionario en 1959 trabajó intensa y abnegadamente por el desarrollo y defensa de la Revolución. Fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Su nacimiento tuvo lugar el 9 de mayo de 1920 en el poblado de Media Luna en la entonces provincia de Oriente.