1707. Nace en Guanabacoa, La Habana, José Antonio Gómez Bullones.

Conocido en la historia de Cuba como Pepe Antonio, fue Regidor y Alcalde mayor de Guanabacoa desde 1748 hasta 1762. Su nombre es sinónimo de libertad, valentía y amor al suelo patrio. Defensor inclaudicable de la integridad nacional, ha devenido en leyenda a través del tiempo. Fue un héroe de la resistencia nacional contra los ingleses que atacaron y ocuparon La Habana en 1762.

En el Museo Histórico de Guanabacoa se guarda como una pieza valiosa el machete utilizado en 1762 por el héroe Pepe Antonio, a quien se le recuerda como el primer guerrillero cubano.

Falleció en La Habana el 26 de julio de 1762.

1902. Nace en La Habana Dulce María Loynaz.

Fue hija del General del Ejército Libertador Enrique Loynaz del Castillo.

Desde muy joven evidenció sus cualidades y sensibilidad como poeta. A la edad de 18 años fue cuando publicó sus primeros poemas. Llegó  a ser considerada como la más grande escritora cubana del siglo veinte.

Entre sus obras se encuentran Fe de vida y Jardín. Igualmente desempeñó una labor muy fructífera en sus funciones como miembro de varias importantes instituciones, entre las cuales estuvieron la Academia Nacional de Artes y Letras, la Academia Cubana de la Lengua y de la Real Academia Española de la Lengua.

Ha sido la única mujer cubana a quién por su relevante labor creativa la Real Academia de la Lengua Española le confirió el Premio Cervantes en el año 1992.

Su fallecimiento tuvo lugar en La Habana el 27 de abril de 1997.

1975. Fallece en La Habana Rosario Guillaume Pérez.

Nació en La Habana el 5 de mayo de 1889 y durante su existencia desarrolló una importante labor política en sentido general. 

Descendiente de una familia de ideas liberales y de justicia ella se vinculó con sectores obreros y en 1918 se inscribió en el Club Femenino de Cuba.

En 1927 se afilió al Partido Comunista de Cuba. Por encargo de Rubén Martínez Villena realizó una amplia labor de captación de miembros y participó en las luchas sociales en diferentes sectores obreros.

Conocida como Charito, fue todo un símbolo de la abnegación y entrega de la mujer cubana en la defensa y desarrollo de la causa del socialismo en Cuba.