Efemérides habaneras. 27 de junio
1920. Nace en el poblado de Regla en La Habana Zoila Castellanos.
Conocida como Tania Castellanos desde el punto de vista artístico tuvo una rica historia. Hizo un significativo aporte autoral al movimiento del feeling surgido en el país en la década del cuarenta en el siglo veinte.
Tras el triunfo de la Revolución en 1959 contribuyó al desarrollo de la música cubana y a la vez participó en la realización de disímiles tareas.
Fue la creadora de una bella y emotiva canción que dedicó a todos los niños del mundo en la que enfatizó el deseo de los infantes de vivir en un mundo de paz.
Fue fundadora de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC.
Falleció en La Habana el 8 de diciembre de 1988.
1962. El Comandante en Jefe Fidel Castro pronuncia un discurso dirigido a los directores de las Escuelas de Instrucción Revolucionaria.
Señaló: “Para la Revolución nuestra, proceso convulso, audaz, que se adentra en la historia firme y resueltamente, desafiando tantas y tantas dificultades, significa mucho que nuestro pueblo, unos más temprano, otros más tarde, vaya haciendo suya la única ciencia política y revolucionaria que existe”.
También resaltó: “Sabemos también que los pueblos son indoblegables, que son capaces de los más inconcebibles sacrificios y que donde al timorato y al que le falta fe empiezan a doblárseles las piernas, el pueblo reacciona con energía, con valor frente a sus enemigos”.
1975. Fallece en La Habana el Pedagogo e Historiador Fernando de la Cruz Portuondo del Prado.
Su nacimiento tuvo lugar el 24 de noviembre de 1903 en la ciudad de Santiago de Cuba en el seno de una familia patriótica que contribuyó a la independencia de Cuba.
Se graduó de Doctor en Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana. Después laboró como inspector de escuelas en la antigua provincia de Oriente. Años más tarde en la capital cubana ejerció como profesor de Historia de la Escuela Normal para Maestros, institución que ocupó el cargo de director. Con posterioridad a propuesta de Ramiro Guerra laboró como Instructor en la Cátedra de Historia de Cuba.
Después, desde 1939, impartió clases de Historia en el Instituto de Segunda Enseñanza de la Víbora, en el municipio 10 de Octubre. En ese centro se distinguió por su apoyo a la faena de los estudiantes revolucionarios sin tener en cuenta las amenazas recibidas por parte de elementos reaccionarios.
Después del triunfo revolucionario al crearse en 1962 la Escuela de Historia se desempeñó como Vicedirector, impartió docencia y atendió trabajos de investigación . Años más tarde dirigió la sección de Humanidades en el Instituto Pedagógico.
Ofreció conferencias en programas radiales y televisivos y colaboró con diversos órganos de prensa.