1868. Se funda el poblado de Campo Florido

Se firma en la ciudad de Madrid, España, la Real Orden que propicia la fundación de un poblado en Cuba denominado San José de la Granja en la jurisdicción de Guanabacoa. Esta localidad es actualmente conocida como Campo Florido, y se halla en el territorio del municipio Habana del Este.

La construcción de la casa quinta de la familia Rosell  constituyó el impulso  arquitectónico inicial conjuntamente con el interés de la familia que cristalizó la consolidación del desarrollo del citado poblado.

Su configuración urbana se caracteriza por el trazado irregular de sus calles donde se destacan las tradicionales viviendas unifamiliares insertadas en un ambiente natural de gran valor paisajístico. La localidad creció en la margen del río Guanabo, cuyo nacimiento se encuentra en las Escaleras de Jaruco y desemboca en la Ensenada de Sibanimar. Su territorio abarca un área de 92 kilómetros cuadrados.

Este terruño durante la guerra de independencia (1895 – 1898) fue testigo de significativos momentos de la historia cubana, como el fallecimiento del coronel Néstor Aranguren, la organización de los Hermanos del Silencio y el ataque al poblado del Brigadier Mambí Rafael de Cárdenas, entre otros hechos.

Después del triunfo de la Revolución en 1959 al producirse el ataque mercenario por Playa Girón, milicianos de la localidad integraron el Batallón 123 de las Milicias Nacionales Revolucionarias y ofrendaron sus vidas en defensa de la Patria. Sus nombres fueron Agustín Marrero Ferrer, Elio Llerena Revelo y José Ramón Reyes Moro.

1947. Es estrenado en La Habana el primer ballet con temática cubana y de contenido social titulado “Antes del Alba”.

Su puesta en escena constituyó un verdadero acontecimiento en la cultura nacional. La coreografía de la obra fue realizada por Alberto Alonso Rayneri, el libreto se debió al destacado dramaturgo español Francisco Martínez Allende, la partitura del compositor Hilario González, que conjugó los ritmos vernáculos, y los bocetos de escenografía y vestuario los  realizó el pintor Carlos Enríquez. que fueron los únicos que creó para el ambiente teatral cubano.

Los interpretes principales fueron los bailarines  Alicia, Fernando y el propio Alberto Alonso.

Esta obra fue la primera creación danzaría de escénica realizada en Cuba, que abordó la temática social y utilizó un lenguaje cubano, por su línea y forma, con amplia participación de elementos del folclor de origen africano.