1765.  Nace en La Habana, Francisco de Arango y Parreño.

Fue una de las figuras sobresalientes de la historia en la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, y a la vez constituye una de las más polémicas y controvertidas personalidades cubanas. Su vida y labor han suscitado criterios no concordantes a través del tiempo puesto que él se llegó a autocalificar como un español de ultramar, pero es indudable que como vocero y defensor de los hacendados de Cuba, contribuyó a propiciar el desarrollo económico de la isla y a la formación  de la naciente nacionalidad cubana.  Intervino en los trabajos de la Sociedad Patriótica, llamada después Económica de Amigos del País y  en la fundación y organización del Real Consulado de Agricultura y Comercio del cual fue nombrado Síndico Perpetuo. Fue, además, Oídor de la Audiencia de Santo Domingo y a partir de 1803 atendió la responsabilidad de Alférez Real del Ayuntamiento de La Habana.

Falleció en La Habana el 21 de marzo de 1837

1959. En el Teatro de los Trabajadores de La Habana el Comandante en Jefe Fidel Castro pronuncia un discurso en la inauguración del X Congreso de la Federación Nacional de los Trabajadores Azucareros.

Señaló:

“A pesar de no haberme encontrado hoy en las mejores condiciones físicas para asistir a este acto, por sentir un poco las consecuencias del cansancio y la salud —que a veces, igual que a todos los demás, me puede flaquear .-, no quise por ningún concepto dejar de asistir aunque llegara un poquito tarde; a pesar de que dije en días recientes que iba a necesitar todo el tiempo para trabajar y para ordenar las cosas en nuestro país .- bastante desordenadas por cierto, con ese desorden que nos viene de atrás -, yo no quería dejar de asistir a esta inauguración del primer congreso azucarero en muchos años, con delegados que no fueron designados de dedo, sino que los escogieron los propios trabajadores, porque por más que en alguno u otro caso se ha tratado de intrigar - y, efectivamente, podrá existir algún caso de algún exceso -, no hay la menor duda de que ha predominado en la elección de los delegados azucareros un absoluto espíritu democrático, y que los inconformes son aquellos que no teniendo masa para triunfar, no se conforman nunca con ningún tipo de elección donde aquellos que tengan las masas son los que triunfan”.

1980.  Fallece en La Habana Graciano Gómez.

Intérprete, compositor, flautista y guitarrista, aportó obras importantes al rico caudal del género del son cubano.  En 1909 comenzó a estudiar la flauta y más tarde la guitarra. En 1912  ya se le consideraba un buen ejecutante de la guitarra, hasta tal punto que acompañaba a significativos trovadores, entre ellos María Teresa Vera. Algún tiempo más tarde formó un dúo y también se presentó en distintos lugares como trovador, incluso amenizó las actividades que se realizaban en los cines luego de la proyección de las películas.

Integró el quinteto matancero en el que cantaba Barbarito Diez. Con esa agrupación viajó a varios países del Caribe y también a los Estados Unidos.

Como compositor cultivó diversos géneros, entre ellos el son, el pregón así como  el bolero.  Además musicalizó versos de conocidos poetas. Creó más de 300 obras.  Muy variados fueron los temas objeto de su inspiración, entre ellos el amor. También lo referido a la muerte estuvo presente en algunas  de sus creaciones. Hasta la última etapa de su vida se mantuvo relacionado con  la música y en la Casa de la Trova, en La Habana, solía  reunirse con cantantes y revivir sus sueños y realizaciones.

Nació en La Habana el 28 de febrero de 1895.