Efemérides habaneras. 21 de mayo
1913. Fallece en La Habana Paulina Hernández Hernández.
Por sus ideas en torno a la independencia de Cuba tuvo que salir del país junto a su esposo y otros amigos y se radicó en Tampa, en La Florida. Allí en una fábrica de tabacos realizó diversas labores. Desde su llegada a esa ciudad lleva a cabo la tarea de la unificación revolucionaria, con énfasis en las personas de la raza negra, en favor del ideal independentista.
También en esa ciudad estadounidense colabora en la constitución de la Sociedad de Socorro La Caridad, una agrupación compuesta por mujeres y anexa al Partido Revolucionario Cubano.
En la casa donde ella residía en Tampa José Martí y muchos emigrados cubanos encontraron refugio en días de peligro cuando trabajaban en la reorganización de la guerra por la independencia de Cuba. Nació en el poblado de Consolación del Sur, provincia de Pinar del Rio, el 15 de enero de 1839.
1888. Nace en el barrio de Jesús María en La Habana Ignacio Piñeiro Martínez.
Desde la etapa de su niñez estuvo influido por diversos rituales de origen africano. Con el decursar de su existencia también realizó contactos con la rumba, incluso alcanzó gran fama como rumbero natural. En 1906 formó parte de la primera agrupación de claves y guaguancó llamada El Timbre de Oro en la que se inició como decimista.
Con este grupo comenzó su triunfal carrera artística. Años después fundó el Sexteto Nacional donde se desempeñaba como director y tocaba el contrabajo. Con este conjunto realizó diversas giras internacionales. De su labor como músico se ha afirmado que del son oriental tomó el estribillo, de la guajira tradicional no bailable extrajo la métrica y la décima y luego le puso la salsa del guaguancó.
Sus obras alcanzaron popularidad a nivel internacional, particularmente la titulada “Suavecito”. También entre sus más celebres creaciones musicales se encuentran las identificadas Esas no son cubanas, Échale Salsita, Cuatro Palomas, Buey Viejo y otras.
Falleció en La Habana el 12 de marzo de 1969.
1987. En la barriada de Párraga en el Municipio Arroyo Naranjo en La Habana se abre al público el Museo Hurón Azul.
Se localiza en lo que fue el domicilio y taller del pintor y novelista cubano Carlos Antonio Esteban Enríquez Galope Gómez, conocido desde el punto de vista artístico como Carlos Enríquez.
El nombre de este museo se debe a un hurón que el artista clavó sobre la puerta de entrada de su vivienda. Éste fue teñido con azul de metileno para que armonizara con el color de las puertas y ventanas.
En la actualidad en el Museo Hurón Azul hay objetos personales y obras de Carlos Enríquez. Impresiona por sus dimensiones en la pared que rodea la chimenea, El mural de las bañistas, con un fuerte toque de sensualidad y erotismo.
Igualmente otro toque de distinción en el Museo son los fantasmagóricos pasos marcados en la escalera, que le da un aire místico a la atmósfera que rodeó al artista en este oasis apartado de la ciudad. Muchas de sus creaciones las realizó en esta finca. Una de las obras más importantes de la pintura cubana es el Rapto de las mulatas, concebida por él en 1938.