Correr en una edición de Marabana constituye todo un desafío. Desde los trámites necesarios para la clasificación, posterior inscripción y recogida de los dorsales, pasando por las vicisitudes del entrenamiento y la transportación de ida y regreso, son algunos de los elementos que hacen de Marabana todo un desafío, al cual muchos deciden, año tras año, sumarse.

Si a ello se le suma el hecho de contar con un trazado complejo, donde las lomas y el salitre se alternan, y un clima enrevesado, capaz de desorientar a cualquier meteorólogo, entonces las cosas se vuelven mucho más complicadas. De esa forma, la aventura cobra nuevas dimensiones.

El cambio de trazado trajo aparejado, como anteriormente señalamos, un mayor esfuerzo para los corredores de 10k, mientras los de la media y la maratón, en criterio de este reportero, se beneficiaron.

Pero sin dudas, lo que más marcó la carrera de este domingo, no fue ni los ganadores del evento, ni la cantidad de corredores participantes, sino el masivo apoyo del público, que cobró mayores dimensiones en la zona de la meta. Quienes finalizaban su carrera tenían los aplausos de los allí presentes.

Quienes llegaban a la mitad de la maratón recibían un nuevo empuje ante los gritos de ánimos que el público les daba, al punto de que la emoción le puso, a varios andarines, la piel de gallina.

Más, la aventura también incluyó actos de solidaridad como los realizados por varios corredores al disminuir su paso para guiar, en su tránsito por las calles de La Habana Vieja, a un corredor discapacitado.

O aquel andarín que le alcanzó un pomo de agua a otro; el que compartió algún dulce con otro para que retomara fuerzas, y los que dieron una alerta oportuna por los cordones zafados, o para evitar que otro corredor se equivocase de camino. Así como los amigos que esperaron, a pie firme, la llegada a la meta del último del grupo, para después regresar todos juntos, tal como llegaron. Todo ello, experiencias vividas en este Marabana 2022 y que hacen de esta fiesta de los andarines más allá de los problemas presentados a la hora de la entrega de los dorsales, que Marabana sea una verdadera aventura.

Foto: Roberto Morejón

GANADORES ABSOLUTOS

En la prueba cumbre, la maratón, el primero en cruzar la meta entre los hombres fue el holguinero Yuleidis La O Terrero, con marca de 2:36.35 horas, mientras entre las damas, la corona quedó en poder de la holguinera Lisandra Gómez, con crono de 3:02.54.

La media maratón fue dominada por el matancero Dayrán Suárez marcando tiempo de 1:09.01 y la guantanamera Anisleydis Ochoa, la cual detuvo los relojes en 1:20.50.

Y en la más rápida de las tres carreras, la de 10 kilómetros, se impusieron, en el masculino, Francisco Estévez; 32:27, y en el femenino, y Dayli Marlins Cooper, con registro de 36:33 minutos.

Foto: Roberto Morejón

TOMADO DE TRIBUNA DE LA HABANA