Efemérides habaneras. 4 de agosto.
1852. Nace en La Habana Claudio José Domingo Brindis de Salas.
Llegó a ser calificado como el Paganini Negro así como el Príncipe de las Octavas. El primero de dichos calificativos estuvo relacionado con el hecho del color de su piel y por ser comparado con un relevante violinista italiano.
El otro fue por la forma tan magistral en que solía tocar el violín. Hijo de un músico, desde la etapa de su niñez, comenzó a estudiar el violín.
Tiempo después se trasladó a París donde estudió en el conservatorio de la capital francesa.
Durante cinco años consecutivos obtuvo en dicho Conservatorio el Premio de Honor y de ese centro escolar egresó con el prestigio suficiente como para presentarse y triunfar en distintos salones franceses y en otros países.
No obstante sus grandes éxitos en Europa no olvidó a su tierra natal. Se presentó en La Habana en el teatro Payret y después en los altos de El Louvre y seguidamente en el teatro Tacón.
La última vez que vino a Cuba fue en 1911. Entonces empezó a realizar otra gira por América, pero ya estaba afectado por la tuberculosis. En Argentina se presentó pero no de la forma que lo había caracterizado. El 2 de junio de 1911 se produjo su fallecimiento.
En la actualidad sus cenizas descansan en una urna situada sobre un pedestal de mármol en la sede del Instituto Musical de Investigación Folklóricas en la antigua Iglesia de Paula en La Habana Vieja. En el Museo Nacional de la Música existente en La Habana se exhibe un violín cuya propiedad se le atribuye a Claudio José Domingo Brindis de Salas.
1890. Nace en La Habana Adolfo Domingo Luque Guzmán.
Conocido con los motes de Papá Montero y Habana Perfecto, constituyó una gloria del deporte cubano. Resultó ser el primer lanzador cubano y latino que actuó en las Grandes Ligas de los Estados Unidos de América.
Desde niño le gusto practicar béisbol y se inició en este deporte jugando la tercera base del club Vedado.
Fue un gran pelotero, entrenador y director de varios equipos tanto en Cuba como en el extranjero, por lo cual todos los peloteros lo obedecían por el prestigio que se ganó.
En Cuba jugó como profesional desde 1912. En la Liga cubana como pitcher en total llegó a obtener 93 victorias frente a 62 reveses hasta el instante en que lanzó su último partido en la temporada de 1938-1939 con el equipo Almendares.
En los Estados Unidos siempre hizo evidente su defensa de la cubanía. Por lo regular en su vida cotidiana portaba un sombrero de pajilla, pantalón hacendado, guayabera y un tabaco "habano". Entró en las Ligas Mayores en 1914 con los Bravos de Boston. Fue champion pitcher en 1923 con el equipo los Rojos de Cincinnati, al acumular 27 triunfos, con sólo ocho reveses. Después integró otros equipos de las Grandes Ligas, en las que se mantuvo hasta el año 1935. Ganó 194 juegos y perdió 170. Se retiró en 1936 del deporte activo, pero pasó a ser entrenador de picheo, pues dada su experiencia y dedicación fue contratado por el equipo de los Gigantes, hasta 1945. De su labor como pitcher se ha afirmado que fue un gran lanzador no solo por su brazo de Hércules, sino, además, porque poseía un corazón de fiera, porque disponía de una retentiva de prodigio para tener presente las virtudes y defectos de los bateadores que enfrentaba
Falleció en La Habana el 3 de julio de 1957 a la edad de 67.
1920. Nace en el poblado de Regla, La Habana José Domingo Lugo González.
Desde muy pequeño le gustaba cantar y lo hacía en fiestas familiares y de amigos. Fue integrante de diversas agrupaciones musicales. Sus grabaciones se hicieron presente en las Vitrolas Habaneras hasta 1965 con numerosas grabaciones como "Blancas Margaritas". Alcanzaron popularidad en su voz creaciones musicales como "En un beso la vida".
Está registrado como una de las voces significativas del siglo veinte en nuestro país.
Realizó, además un trabajo comunitario en el poblado que lo vio nacer.
Figuró en el elenco artístico de “Boleros de Cuba” junto a Elena Burke, Lino Borges, Fernando Álvarez, Pacho Alonso, Benny Moré, Ignacio Villa, (Bola de Nieve) y Roberto Faz, entre otros.
Falleció el 25 de abril del 2006 en La Habana.
1955. Fallece en La Habana, a los 69 años, el destacado pintor y caricaturista cubano Rafael Blanco Estera, cuya amplia producción se caracterizó por una modernidad renovadora en los dos primeros decenios del siglo XX, por lo que fue considerado una figura precursora del movimiento de arte nuevo que se desarrolló a partir de la segunda mitad de la década del 20 en la Isla. Se distinguió, además, como ajedrecista, pues fue tres veces ganador del campeonato de Cuba (1914, 1920 y 1937). Había nacido en la propia ciudad el 1 de diciembre de 1885.
1986. Fallece en La Habana Francisco Díaz Barreiro.
Fue un químico e historiador de la ciencia, que publicó numerosos trabajos referidos al cultivo de la caña de azúcar en folletos y revistas especializadas en temas agrícolas.
Colaboró con el Instituto de Literatura y Lingüística en la elaboración de un texto titulado “Vocabulario de la Caña de Azúcar”, primero de su género en Cuba.
Nació en Camagüey el 4 de diciembre de 1914.
1990. Fallece en La Habana el doctor Zoilo Marinello Vidaurreta.
Nació en la ciudad de Santa Clara el 21 de agosto de 1919
Se gradúa como doctor en medicina el 20 de julio de 1943. En su quehacer profesional dedicó gran parte de su labor a la investigación y tratamiento del cáncer. Creó en el país una importante escuela de Oncología y Radiobiología.
Fue presidente de la Academia de Ciencias de Cuba y Director del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología hasta su fallecimiento.
En 1981, la Universidad de La Habana le confirió en reconocimiento a su obra científica y sus grandes aportes a la oncología cubana, la categoría de investigador titular y el doctorado en Ciencia Médicas.