Considerada Madre de la Patria y símbolo de la mujer cubana, Mariana Grajales sobresalió por su entereza durante la lucha por la independencia de Cuba que se inició en octubre de 1868.

Acerca de ella expresó José Martí en un trabajo que publicó en el periódico Patria el 6 de enero de 1894, poco después de haberse producido el fallecimiento de Mariana Grajales: “Que había en esa mujer, qué epopeya y misterio había en esa humilde mujer, qué santidad y unción hubo en su seno de madre, qué decoro y grandeza hubo en su sencilla vida, que cuando se escribe de ella es como de la raíz del alma, con suavidad de hijo, y como de entrañable afecto.”

A Mariana Grajales se le rinde también en La Habana. Precisamente en el parque que se halla en el área comprendida entre las calles 23, 25,  C y D, en el Vedado, municipio Plaza dela Revolución, hay un momento dedicado a rendir homenaje a esta gran figura de la historia de Cuba.

Este monumento se inauguró en 1931 en ocasión del aniversario 35, de la caída en combate del Mayor General Antonio Maceo, hijo de Mariana,  y fue realizada por el reconocido  escultor y pintor  cubano Teodoro Ramos Blanco.

Él ganó el Primer Premio en el Concurso Pro Monumento a Mariana Grajales, convocado tres años antes del emplazamiento de la obra.  

El Doctor Emilio Roig de Leuchsering, Historiador de la Ciudad,  en uno de sus escritos,  describió  el monumento,  y detalló que  constaba de un basamento con una escalinata y jardinería, y una plataforma, un bloque de granito en forma de pirámide, donde   se alza  un grupo escultórico de bronce.

En el pedestal,  una tarja en relieve representa escenas de la lucha de Cuba por su independencia y  bajo la tarja,  hay una pequeña fuente. El grupo escultórico,  personifica  a Mariana Grajales de pie, sosteniendo con uno de sus brazos a uno de sus hijos herido y señalando, con el brazo que otros, han  de continuar la lucha por la Patria.

Mariana Grajales Coello nació en Santiago de Cuba el 12 de julio de 1815, según consta en el libro número  9, folio 99 de su partida baustismal. Hija de dominicanos tuvo de su primer matrimonio cuatro hijos y de su posterior unión con Marcos Maceo otros nueve. 

Cuando se inicia la lucha por la independencia de Cuba,  Mariana instó a sus hijos a dar su contribución. Ella incluso se trasladó hacia las zonas rurales de la provincia de Oriente, tenía en aquel instante 53 años de edad.

Unió así su vida y la de su familia a los que luchaban por la independencia cubana.  Con heroísmo singular afrontó la caída en combate de sus seres  más queridos, entre ellos su esposo y varios de sus hijos.

Su firmeza de madre revolucionaria se reflejó en forma elocuente y simbólica en un gesto que se recoge en la historia de Cuba. Después de haber sufrido la pérdida reciente de uno de sus hijos le trajeron sangrando de varias heridas a Antonio Maceo.

Al contemplar la camilla en la que se encontraba su hijo se viró hacia el más pequeño de sus descendientes que no tenía 15 años y le gritó: “¿Y tú, muchacho, empínate a pelear como tus hermanos, a defender la Patria...”

En 1878 después de concluida la guerra de los diez años Mariana Grajales salió rumbo a Jamaica dispuesta a seguir la lucha y a continuar apoyando a sus hijos y a los demás patriotas cubanos.

En todo momento allí se mantuvo atenta a la situación de Cuba y alentó a todos aquellos que deseaban reanudar la lucha  por la independencia de su tierra natal.

Conoció a José Martí  cuando éste visitó Jamaica en 1893 y lo atendió como si fuera un hijo más. 

En la confianza plena de que se alcanzaría  la libertad de Cuba transcurrieron los últimos años de su fecunda existencia. Mariana Grajales muere el 28 de noviembre de 1893.

 A través del tiempo la vida y labor de Mariana Grajales ha constituido fuente de inspiración para el pueblo cubano, incluso diversos poetas y artistas han reflejado en sus obras la trascendencia histórica de esa madre cubana.

Diversas personalidades políticas e históricas, investigadores y artistas han  destacado la trascendencia de la vida y labor de Mariana Grajales.

El Comandante en Jefe Fidel Castro destacó al evocar a Mariana Grajales en el discurso que pronunció el 23 de agosto de 1960 en La Habana cuando se constituyó la Federación de Mujeres Cubanas: 

“Y no es nuevo, ya la historia nos hablaba de grandes mujeres en nuestras luchas por la independencia, y una de ellas las simboliza a todas: Mariana Grajales, aquella que le dijo al hijo más pequeño: “¡Empínate, para que vayas a luchar también por tu patria!"