1915.   Nace en la zona de Santa Fe, en La Habana, Juan Manuel Márquez. 

Fue un revolucionario cubano, con larga historia política. Se destacó por ser un hombre de acción y de pensamiento, que abogó desde su juventud por la realización de la revolución. 

En el territorio del municipio de Marianao desarrolla una gran parte de su vida política. Sus calles guardan innumerables recuerdos y anécdotas de su batallar, que lo han hecho merecedor de ser reconocido como patriota insigne de este territorio.

Fue el segundo al mando de la expedición del yate Granma. Un total de 82 expedicionarios dirigidos por Fidel Castro salió del puerto mexicano de Tuxpan hacia Cuba a bordo del pequeño yate Granma en la madrugada del 25 de noviembre de 1956. Tras una travesía de siete días llegaron y desembarcaron por la costa sur oriental del territorio cubano, por un lugar cercano a la Playa Las Coloradas, el 2 de diciembre de 1956. 

El 5 de diciembre el grupo de combatientes revolucionarios resultó atacado sorpresivamente por soldados de la dictadura  en la zona de Alegría de Pío. Esto provocó la dispersión de los expedicionarios. Juan Manuel Márquez estuvo transitando por la zona oriental del territorio cubano. 

El día 15 fue capturado y resultó vilmente asesinado.

1957.   Fallece en La Habana Adolfo Domingo De Guzmán Luque, conocido como Adolfo Luque.

Desde niño le gusto practicar béisbol y  se inició en este deporte  jugando la tercera base del Club Vedado. Era bajo de estatura, blanco de piel, por lo cual casi siempre se le veía la cara roja, de voz gruesa y carácter enérgico. Fue un gran pelotero, entrenador y director de varios equipos tanto en Cuba como en el extranjero, por lo cual todos los peloteros lo obedecían por el prestigio que se ganó.

En Cuba jugó como profesional desde 1912, año en que debutó en tercera base con el equipo identificado como Fe. En la Liga cubana como pitcher en total llegó a obtener 93 victorias frente a 62 reveses hasta el instante en que  lanzó su último partido en la temporada de 1938-1939 con el equipo Almendares.

Adolfo Luque  quién tenía un fuerte temperamento,  fue apodado "Habana Perfecto" por los periodistas norteamericanos.

En los Estados Unidos siempre hizo evidente  su defensa de la cubanía.  Por lo regular en su vida cotidiana  portaba un  sombrero de pajilla, pantalón hacendado, guayabera y un "habano".

Entró en las Ligas Mayores en 1914 con los Bravos de Boston. Fue campeón de pitcheo en 1923 con el equipo los Rojos de Cincinnati. Después integró otros equipos de las Grandes Ligas, en las que se mantuvo hasta el año 1935. Se retiró en 1936 del deporte activo, pero pasó a ser entrenador de pitcher, pues dada su experiencia y dedicación fue contratado por el equipo de los Gigantes, hasta 1945.

De su labor como pitcher se ha afirmado que fue un gran lanzador no solo por su brazo de Hércules, sino además, porque disponía de una retentiva de prodigio para tener presente las virtudes y defectos de los bateadores que enfrentaba.

En el salón de actos del Estadio Latinoamericano se encuentra un busto que perpetúa su memoria.

Su nacimiento tuvo lugar en La Habana el 4 de agosto de 1890.