El 15 de enero de 1926 se produjo en La Habana el nacimiento de Humberto Arenal Pérez, quien llegó a ser considerado una gran figura del teatro cubano. A los 22 años, decidió viajar a la ciudad de Nueva York en los Estados Unidos de América  para recibir clases de fonética inglesa y literatura estadounidense, también estudió periodismo, artes dramáticas, actuación y dirección artística. 

Éste fue el inicio de una larga carrera que lo llevaría a convertirse en una de las personalidades relevantes e imprescindibles del teatro en Cuba.Tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 regresó a su país natal. Puso los conocimientos y experiencias adquiridas al servicio del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, ICAIC.

Él trabajó como guionista y director de documentales. Escribió además el libreto de “Historias de la Revolución”, primer largometraje realizado en Cuba tras la victoria revolucionaria, filme que fue dirigido por Tomás Gutiérrez Alea, conocido también como Titón. Posteriormente fue contratado por el Consejo Nacional de Cultura, y después por el Ministerio de Cultura, para desempeñar las funciones de director artístico, escritor y profesor.

Humberto Arenal Pérez también desempeñó las funciones de Director General del Teatro Musical de La Habana, del Conjunto Dramático de Matanzas y del Teatro Lírico Nacional de Cuba. En su extensa carrera artística, Arenal imprimió su sello personal a más de 50 obras de todos los géneros, entre ellas varios dramas, comedias, farsas, comedias musicales, óperas y zarzuelas. 

La puesta en escena de “Aire frío”, de Virgilio Piñera, “La Madre”, de Berthold Brecht, “Todos eran mis hijos”, de Arthur Miller, “El Cafetal”, de Ernesto Lecuona y “Cecilia Valdés”, de Gonzalo Roig, avalan la calidad artística de este intelectual que, al decir del poeta, narrador  y ensayista  Miguel Barnet, “dignifica la cultura cubana”.  

Además de su labor como director, Arenal sobresalió como profesor de varias generaciones de actores y actrices que, con el decursar del tiempo, han prestigiado tanto el cine, como el teatro y la televisión cubana. Igualmente él dictó conferencias de técnica teatral tanto en Cuba como en otras partes del mundo, publicó obras críticas en las que abordó temas relacionados con el cine y el teatro, y fue jurado en reconocidos eventos teatrales.

Por la riqueza y autenticidad de su obra, y el significado que tiene  para el patrimonio cultural cubano, Humberto Arenal fue merecedor de disímiles reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Literatura que le fuera otorgado en el 2007, la Medalla Alejo Carpentier y las distinciones “Por la Cultura Nacional” y “Raúl Gómez García”, y nominado a otros relevantes galardones. Falleció en La Habana, el 26 de enero del 2012.