Fidel y su empeño para salvaguardar la Patria
Este 13 de agosto el líder de todos los cubanos, el Comandante en jefe Fidel Castro cumpliría 95 años. Su historia y vida está llena de hechos que lo colocan en lo más alto del podio de la Patria, junto a José Martí, nuestro Héroe Nacional. Muchos escritos afirman que Fidel es un país, y no hay mayor simbolismo para caracterizarlo.
En unas reflexiones, por su 90 cumpleaños, publicadas el 12 de agosto de 2016, el propio Comandante, recordaba:
Mañana cumpliré 90 años. Nací en un territorio llamado Birán, en la región oriental de Cuba. Con ese nombre se le conoce, aunque nunca haya aparecido en un mapa. Dado su buen comportamiento era conocido por amigos cercanos y, desde luego, por una plaza de representantes políticos e inspectores que se veían en torno a cualquier actividad comercial o productiva propias de los países neocolonizados del mundo."
En una ocasión acompañé a mi padre a Pinares de Mayarí. Yo tenía entonces ocho o nueve años. ¡Cómo le gustaba conversar cuando salía de la casa de Birán! Allí era el dueño de las tierras donde se plantaba caña, pastos y otros cultivos de la agricultura. Pero en los Pinares de Mayarí no era dueño, sino arrendatario, como muchos españoles, que fueron dueños de un continente en virtud de los derechos concedidos por una Bula Papal, de cuya existencia no conocía ninguno de los pueblos y seres humanos de este continente. Los conocimientos trasmitidos eran ya en gran parte tesoros de la humanidad."
Fidel fue siempre consecuente con su vida, y en su obra enfatizó su rechazo a los abusos y presiones sostenidas contra los más débiles. Fue ese rasgo de su personalidad el que lo llevó a preparar un grupo de jóvenes "Generación del Centenario", para tomar el cielo por asalto, y remover a la Dictadura preeminente bajo la batuta de Fulgencio Batista, y en el oriente cubano, esa generación no dejó morir a su Apóstol en el año de su Centenario.
Muchos de los sobrevivientes del asalto a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, el 26 de julio de 1953, le siguieron acompañando, y luego de la salida de la cárcel de Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud) desde Tuxpan, viajaron en el yate Granma, y llegaron a suelo oriental, para hacer la Revolución: Nació así el ejército rebelde.
Y el poeta Jesús Orta Ruiz "El indio Nabori", simboliza el acontecimiento acaecido "la mañana de la Santa Ana"
Los mártires todos invaden el día, / alegran ciudades, liberan el monte...Ya escucho los cantos de Gómez García / en rápido tránsito de flor a sinsonte: / 26 de Julio: heridas / por donde surgió la aurora: alta fecha vengadora / de las fechas ofendidas. / Caliente sangre de vidas rotas por el heroísmo / cuando traición y cinismo / bailaban sobre un calvario... / ¡Oh, rocío necesario / a la flor del patriotismo!
Y fue Fidel inspiración de uno de sus compañeros, el médico y maestro de la lucha guerrillera, el hombre leyenda, el argentino Ernesto Guevara de la Serna (Che), así lo plasmó en poesía:
Vámonos,
ardiente profeta de la aurora,
por recónditos senderos inalámbricos,
a liberar el verde caimán que tanto amas.
Vámonos.
Derrotando afrentas con la frente
–Plena de martianas estrellas insurrectas–
juremos lograr el triunfo o encontrar la muerte.
Cuando suene el primer disparo y se despierte,
en virginal asombro, la manigua entera,
allí a tu lado, serenos combatientes,
nos tendrás.
Cuando tu voz derrame hacia los cuatro vientos:
Reforma Agraria, justicia, pan, libertad,
allí a tu lado, con idénticos acentos,
nos tendrás.
O la magistral prosa de Carilda Oliver Labra, la poetisa matancera que nos legó para siempre sus versos a Fidel:
No voy a nombrar a Oriente,
no voy a nombrar la Sierra,
no voy a nombrar la guerra
–penosa luz diferente–,
no voy a nombrar la frente,
la frente sin un cordel,
la frente para el laurel,
la frente de plomo y uva:
voy a nombrar toda Cuba:
voy a nombrar a Fidel.
El Comandante en Jefe Fidel Castro provocó mucha admiración por todo el mundo, no solo en su verde caimán. Su dimensión universal le califican como un Estadista con grandes sentimientos de amor.
Uno de sus discursos más preclaros (pronunció muchos) lo realizó Fidel el 4 de septiembre de 1995, cuando se cumplió el Centenario de la Caída de José Martí, con motivo del inicio del curso escolar 1995/96. Ese día además de abordar sus estudios primarios, secundarios y universitarios, se refirió a sus emociones de estudiante, y evaluó los motivos que lo hicieron revolucionario.
Allí dijo:
Fue un privilegio ingresar en esta universidad también, sin duda, porque aquí aprendí mucho, y porque aquí aprendí quizás las mejores cosas de mi vida; porque aquí descubrí las mejores ideas de nuestra época y de nuestros tiempos, porque aquí me hice revolucionario, porque aquí me hice martiano y porque aquí me hice socialista, primero socialista utópico, gracias a las conferencias de aquel profesor que mencionábamos anteriormente, Delio, que daba clases de economía política, y de economía política capitalista, tan difícil de comprender y tan fácil de descubrir en su irracionalidad y en sus cosas absurdas. Por eso fui primero socialista utópico, aunque también gracias a mis contactos con la literatura política, aquí en la universidad y en la escuela de derecho, me convertí al marxismo-leninismo."
Amplio conocedor de la historia, Fidel siempre fustigó "al norte brutal y revuelto", el norte que desprecia a los pueblos. En fecha tan temprana, al declarar el carácter socialista de la Revolución, el 16 de abril de 1961, en las honras fúnebres de las víctimas del bombardeo a distintos puntos de la República, efectuado en el vedado capitalino, en 23 y 12, frente al cementerio de Colón expresó con indignación, luego de mencionar las amplias operaciones subversivas para satanizar la Revolución:
Lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos"
Y en nuestra Habana, "Real y Maravillosa". En la Plaza de la Revolución "José Martí", al celebrar el 26 de Julio de 1961 esbozó estas palabras que parecen dichas hoy:
"Porque claro que de nuestra Revolución se habla mucho, bien y mal. Todos sabemos quienes hablan bien, y todos sabemos quienes hablan mal; todos sabemos quienes la defienden y quienes la combaten. Y no son, precisamente, latifundistas, o presidentes de monopolios, o directores de prensa mercenaria y amarilla, los que integran las legiones de los defensores de la Revolución Cubana."
"Es posible que la mentira y la calumnia sistemática encuentren entre los hombres del pueblo alguien que pueda ser víctima de la confusión; es posible que entre los hombres del pueblo puedan reclutar alguno que otro cerebro extraviado para hostilizar a nuestra Revolución. ¡Lo que es seguro es que jamás conquistarán el corazón de ningún verdadero obrero, de ningún verdadero campesino, de ningún verdadero intelectual, de ningún verdadero revolucionario! "
¡Yo soy Fidel! no es un lema, no es una consigna, es un principio de la generación continuadora del país que gestó el líder de la Revolución. Su legado es la guía que mueve a los actores sociales que transforman a Cuba, en su quijotesco camino en su contemporaneidad.
Fidel es un paradigma, símbolo de la dignidad, de la soberanía, de la independencia, de la resistencia, del desarrollo y la defensa de los pobres de este mundo. El es y será por siempre un hombre de ¡Patria O Muerte! y por beber de la savia de todas sus enseñanzas, seguro que nosotros, los cubanos que le seguimos ¡Venceremos!
Por María Salomé Campanioni y Víctor Pérez-Galdós