Hombres del 26: Abel Santamaría Cuadrado
Abel Santamaría Cuadrado participó de manera decisiva en la organización y desarrollo del ataque al cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 en Santiago de Cuba.
Fue el segundo jefe del Movimiento revolucionario creado por Fidel para llevar adelante la lucha revolucionaria contra la dictadura existente en Cuba.
Su quehacer como revolucionario tuvo lugar en La Habana.
Abel había nacido el 20 de octubre de 1927 en Encrucijada en la entonces provincia de Las Villas. Fue el cuarto de los cinco hijos que tuvo el matrimonio formado por Benigno Santamaría y Joaquina Cuadrado.
Sus primeros años se desenvolvieron en la zona donde se produjo su nacimiento. Ingresó inicialmente en primer grado en la escuela pública Miguel de la Guardia, pero después desde el segundo hasta el sexto grado estudió en la escuela situada en el batey del antiguo central Constancia, al trasladarse su familia para este sitio. Desde pequeño se vinculó con los trabajadores de la industria azucarera y conoció muy de cerca la situación precaria que ellos padecían.
En 1947, cuando contaba 20 años, se trasladó para La Habana con el propósito de continuar sus estudios pero como era un joven sin recursos fue necesario que buscara trabajo. Entonces empezó primero a laborar en las oficinas de la textilera Ariguanabo.
En 1950 ingresó en el Instituto de Segunda Enseñanza donde cursó hasta el tercer año.
Poco tiempo después de haber comenzado a laborar en la textilera mandó a buscar a su hermana Haydée. Había alquilado entonces un apartamento en la calle Hospital en La Habana. Posteriormente se mudaron para un apartamento situado en el edificio ubicado en 25 y O, en el Vedado.
Ya en esos momentos había obtenido una plaza de contador en las oficinas de los talleres de reparaciones de la Agencia de automóviles Pontiac.
Abel por esa época comenzó a militar en las filas del Partido del Pueblo Cubano, Ortodoxo. Desde que en marzo de 1952 se produjo el golpe de estado de Fulgencio Batista, Abel condenó al régimen dictatorial.
Incluso en unión de otros jóvenes con inquietudes revolucionarios comenzó a editar un boletín clandestino titulado Son los mismos que tenía el propósito de poner de relieve que los que habían usurpado el poder eran iguales, o hasta peores, que los corrompidos gobernantes que había padecido Cuba hasta ese instante.
El primero de mayo de 1952 conoció a Fidel Castro al participar ambos en un acto que se efectuaba en el cementerio Colón en La Habana para rendir homenaje a un joven que había sido asesinado el año anterior en el país.
Fidel comienza entonces a visitar el apartamento donde vivía Abel. Ambos se identifican plenamente en el empeño de organizar a un grupo de jóvenes para llevar adelante la lucha contra la tirania batistiana.
El apartamento donde residía se convirtió en sede de reuniones y en el transcurso de los siguientes de los meses él desempeñó un papel relevante en la organización de las acciones que después se realizaron el 26 de julio de 1953 en Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente.
ESCUCHA EN AUDIO CAPITULO 1 – La historia que cambió el definitivo rumbo de los cubanos
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Incluso ya desde finales de abril de 1953 Abel se trasladó hacia la ciudad de Santiago de Cuba con el objetivo de habilitar en forma adecuada la granjita (históricamente conocida como Siboney, de acuerdo al lugar donde se halla) que se había logrado alquilar para que dicha edificación sirviera para esconder las armas y uniformes, así como igualmente fuese utilizada como punto de reunión de los revolucionarios que llevarían a cabo el asalto al cuartel “Moncada”
En horas de la madrugada del 26 de julio Fidel le encomienda a Abel que dirija un número más pequeño de combatientes que tendría como misión ocupar el hospital Saturnino Lora, situado frente a la parte trasera del cuartel.
Abel en principio no está de acuerdo con Fidel porque deseaba también ir en el grupo que se dirigiría directamente al cuartel.
Ante la insistencia de Fidel, que deseaba proteger a Abel, éste fue hacia el hospital Saturnino Lora. Desde allí sostuvo el enfrentamiento a las tropas de la dictadura hasta que se les agotaron las balas.
Al no poder salir del hospital tanto él como el resto de sus compañeros, por hallarse rodeada la instalación con los soldados, él y los demás compañeros que participaron en la acción desde ese lugar, con excepción de uno solo que logró pasar inadvertido, fueron detenidos, trasladados hacia el cuartel Moncada, sometidos a bárbaras torturas y finalmente asesinados.
Sólo pudieron conservar la vida su hermana Haydée y Melba Hernández quienes también participaron en la ocupación del citado hospital.
Menos de tres meses después, el 16 de octubre de 1953 en su alegato defensa conocido como La Historia me Absolverá, en el juicio por las acciones llevadas a cabo el 26 de julio de ese año, Fidel destacó las cualidades de Abel Santamaría a quién calificó como “el más generoso, querido e intrépido de nuestros jóvenes.”
VIDEO_ Canción del Elegido
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