La Habana cuenta con múltiples calles y avenidas que aunque de modo oficial se denominan  de una manera, resultan comúnmente conocidas por la población por la forma en que inicialmente o en determinados momentos fueron identificadas. Ejemplo de ello es la Avenida Bolívar, popularmente citada como Calle Reina. Constituía, desde 1735, la principal salida de la ciudad hacia las afueras de lo que es en la actualidad el centro histórico urbano.

Reina toma este nombre cuando es hermoseada en 1844 y en homenaje a la reina Isabel II de España. No es hasta 1918 que se le dio por nombre oficial el de  Avenida de Bolívar en homenaje al Libertador de las Américas, Simón Bolívar.

Esta arteria tenía una extensión de  943 metros y contaba con un ancho de  42 metros.  Según el historiador Jacobo de la Pezuela, en 1863 ésta era la más regular y amplia de las vías de la Habana. La Avenida comienza en la calle Amistad, donde se levanta el Palacio de Aldama y termina en la calzada de Padre Varela, más conocida por Belascoaín, en el municipio Centro Habana.

En la Avenida Bolívar o calle Reina se localizan  antiguos y grandes edificios, de varios estilos arquitectónicos. Los múltiples usos de sus inmuebles la convierten en eje vital en lo doméstico, comercial, cultural, religioso, y de las esferas educacional y de salud.

Palacio de Aldama

El Palacio Aldama fue construido en 1840 por el ingeniero dominicano José Carrerá quién se hallaba emparentado con las familias de Angulo, de Heredia y del Monte, de igual procedencia. Se construyó para un acaudalado español, el vasco Domingo de Aldama y Arréchaga. La edificación contiene dos casas continuas tratadas como una unidad arquitectónica, de excepcional monumentalidad. Su dueño destinó una parte de la edificación para su morada y la otra para residencia de su hija, Rosa Aldama y Alfonso y su yerno Domingo del Monte.En el interior de la edificación hay variedad de pisos de mármoles, considerados como verdaderas joyas de composición por sus dibujos y colores, así como bellas rejas interiores de estilo imperio y las jambas de madera que enmarcan los huecos.  En la actualidad, el Palacio de Aldama es la sede del Instituto de Historia de Cuba.