Desafíos en el control de la Covid-19
Dos momentos marcan el actuar de los capitalinos en esta etapa de enfrentamiento a la COVID-19: la urgencia de cambiar los protocolos de actuación ante la virulencia de las cepas de la pandemia que azotan y también concluir preparativos de los consultorios médicos para el venidero proceso de vacunación masiva a la ciudadanía, cuya fecha aún está sin definir.
Sobre el primero de estos retos es de señalar que esta semana volvieron a darse jornadas duras, que marcan picos de contagios e incluso de pacientes graves, críticos y fallecidos.
Ello implica mayor rigor en el trabajo, exigencia, disciplina, meticulosidad en el cumplimiento de normas higiénicas, de distanciamiento físico y social.
Nuevamente la mirada va dirigida al barrio, a la familia. Es imprescindible lograr que en los hogares prevalezcan conductas sanitarias, capaces de evitar la trasmisión de la epidemia. Hay que evitar salir a la calle y hacerlo solo cuando es necesario; cuidar a los ancianos y personas vulnerables; buscar la forma de que niños y jóvenes conviertan las casas en lugares creativos, de superación intelectual; aprovechar estos momentos de cuarentena para estrechar vínculos familiares, que a veces se ven violentados por la premura de la vida.
Los consejos de padres y abuelos para acatar esas normas, son vitales; pero también los líderes en los barrios, aquellos trabajadores que hoy recesan sus actividades, los docentes, combatientes… todos, están convocados a sumarse a esta contienda. Ese es el llamado de las máximas autoridades del Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana.
Luego de un año de serias afectaciones por la COVID-19, a la Salud, la economía, e incluso al estado anímico del ser humano, es necesario renovar fuerzas y aplicar como nunca toda la experiencia acumulada, para vencer a la pandemia.
Cada municipio, de acuerdo a sus características, debe ser capaz de adoptar medidas que corten la trasmisión de la enfermedad.
Las pesquisas en la comunidad, en centros de trabajo e instituciones sociales, deben caracterizarse por su profundidad y jamás puede haber brechas para las violaciones de normas de bioseguridad.
Cuando surja un caso positivo, hay que aislarlo con premura, buscar sus contactos, ser disciplinados con su aislamiento domiciliario.
La llegada a tiempo a una institución médica de un paciente, facilita ganar oportunidades en el diagnóstico eficaz y aplicación efectiva del protocolo.
Una vez que alguien arribe a un hospital o a un centro de asilamiento, es importante que se le realicen, como está previsto, los pases de visitas, chequeos, estudios y análisis.
Los focos de transmisión autóctona es necesario atenderlos desde que son declarados, con el rigor que corresponde, para evitar mayores contagios y que se conviertan en eventos.
Las personas con mayor número de comorbilidades ameritan cuidados especiales, porque son propensas a transitar con más facilidad a los estados graves y críticos.
Mención aparte merecen niños y jóvenes. Las altísimas cifras de contagios de hoy, son muestra de indisciplinas, despreocupación de la familia y baja percepción del riesgo que asumen de contraer la enfermedad, que puede dañar varios sistemas del organismo. Hay que tener en cuenta que debido a la vitalidad de ese grupo etario, es capaz de contagiar a un número alto de personas, incluidas –por supuesto- las de su propio hogar.
Todas estas orientaciones fueron reiteradas en las reuniones del CDP durante la semana última por Luis Antonio Torres Iríbar y Reinaldo García Zapata, presidente y vicepresidentevde ese órgano, respectivamente.
En los encuentros analizaron el reforzamiento de servicios en el Sistema Integral de Urgencias Médicas (SIUM), y la estrategia para mantener en buen estado técnico los medios imprescindibles destinados a apoyar el traslado de pacientes, gracias a un esfuerzo de los ministerios de Salud, Transporte y otros organismos, pese a las serias limitaciones económicas.
A su vez, chequearon los preparativos en consultorios médicos de la familia, para declararlos este fin de semana, listos y certificados con vistas al venidero proceso de vacunación masiva, cuya fecha de inicio aún está por definir.
De manera detallada revisaron la existencia de refrigeradores para conservar las vacunas, módulo de urgencias, mobiliario y los recursos humanos.
En esta primera etapa, serán inmunizados residentes de siete municipios; con la vacuna Soberana 02, los de Arroyo Naranjo, Cotorro y Boyeros. Mientras la Abdala será utilizada en Regla, Guanabacoa, San Miguel del Padrón y La Habana del Este.
Torres Iríbar llamó a las autoridades sanitarias y territoriales a esmerarse, porque esta es la tarea más importante en la actualidad y del nivel de organización depende su cumplimiento, para que sea exitosa y la población quede vacunada con calidad y en el menor tiempo posible.
Elogió la seriedad y profesionalidad demostradas en las intervenciones realizadas hasta ahora por el personal de Salud y la alta seriedad de estudiantes y profesores de Ciencias Médicas que apoyan esa labor. Instó a elevar ese espíritu en estos jóvenes, dignificarlos y demostrarles confianza, para que sigan actuando de esa manera.
“Solo Cuba puede hacer esto, de una forma tan masiva, porque tenemos el sistema a disposición de esa misión. ¡Ahí está la grandeza!”, enfatizó.
Fuente: Tribuna La Habana