ENRIQUE ROIG SAN MARTÍN
Enrique Leonardo de Jesús María Roig San Martín fue precursor de las luchas obreras en Cuba.
Nacido en La Habana el 5 de noviembre de 1843 se le llegó a considerar como el primer cubano dedicado a orientar al proletariado por el sendero de la lucha de clases. Predicó, además, el internacionalismo proletario.
Él realizó sus primeros estudios en el Colegio San Anacleto, de La Habana.
En 1859 su hermano Pedro Celestino se lo llevó para Manzanillo, donde aprendió el oficio de maestro de azúcar.
Se casó en 1866 con Eugenia Delgado, quien murió al año siguiente. Posteriormente regresó a Santiago de las Vegas y allí contrajo nupcias con Manuela Rodríguez, con quien tuvo ocho hijos.
Gracias a la experiencia adquirida en Manzanillo pudo emplearse en varios ingenios del occidente cubano.
En 1879 le encomendaron la administración del Ingenio Caridad, en Colón, provincia de Matanzas.
De regreso nuevamente a Santiago de las Vegas, se hizo obrero tabaquero. Conoció a Fermín Valdés Domínguez y juntos colaboraron en el centro de Instrucción y Recreo de esa localidad, cuya apertura se efectuó el 5 de febrero de 1882.
Afiliado al anarcosindicalismo, se hizo propagandista de esas ideas. Colaboró en diversas publicaciones obreras, hasta que fundó El Productor, cuyo primer número salió a la calle el jueves 12 de julio de 1887.
Durante dos años, al principio semanalmente, después cada jueves y domingo, el periódico y su director se convirtieron en enemigos molestos para la España colonialista y la burguesía insular, ya fuera ibérica o criolla.
No había injusticia social que no fuera abordada en sus páginas. Las autoridades españolas y algunos patrones pensaron incluso en la eliminación física del líder obrero.
Años después libró en Cuba libró incontables batallas por la unidad y la organización de los trabajadores, el mejoramiento de sus condiciones de vida y de trabajo, el derecho a la huelga y por la formación de una conciencia internacionalista en el proletariado cubano.
Esto se hizo evidente cuando en los Estados Unidos condenaron a muerte a ocho obreros de Chicago. Roig no solo se dedicó a divulgar y denunciar el proceso amañado sino que impulsó, mediante El Productor, colectas en ayuda de los familiares de los anarquistas ejecutados.
En ese periódico Roig también se pronunció contra la discriminación racial y las condiciones de inferioridad en que vivía la mujer cubana de la época, contra el juego, la prostitución, los impuestos abusivos y las medidas de las autoridades coloniales que afectaban al pueblo, aunque no siempre estuvo acertado en sus propuestas de solución para los males que denunciaba.
Bajo la influencia del anarquismo, preconizó entre los obreros el desentenderse de las luchas independentistas. En la última etapa de su existencia Roig San Martín aunque tenía serios problemas de salud evidenció que su gran pasión era escribir, incluso desde su cama de enfermo.
En la madrugada del 29 de agosto de 1889 en Santiago de las Vegas, en La Habana, se produjo su fallecimiento.