Francisco Covarrubias  sobresalió en Cuba en la primera mitad del siglo XIX por su labor como actor y escritor de obras de teatro. Se le considera en la historia de esta manifestación artística como la figura emblemática de la escena cubana, creador del teatro vernáculo en nuestro territorio e iniciador del costumbrismo en la literatura cubana. Introdujo en sus obras personajes populares. Su nacimiento tuvo lugar en La Habana el 5 de octubre de 1775.

Recibió desde pequeño una esmerada educación. Desde que tenía 25 años se sintió cautivado por el teatro y esto hizo que finalmente decidiera dedicarse por entero al desarrollo de la vida artística. Con posterioridad tuvo la posibilidad de presentarse en diferentes teatros cubanos. Tal fue la aceptación que tendría en la escena que Covarrubias llegó a convertirse en el actor más popular de su época.

Igualmente dio su aporte al desarrollo del teatro cubano en su condición de autor. A partir de 1810 comenzó a escribir una ó dos obras por año, pero ninguna se conservan en la actualidad.Francisco Covarrubias estuvo íntimamente relacionado con el teatro cubano a través de casi medio siglo.Este gran actor no sólo fue el mejor de su época, sino que también escribió una serie de sainetes de gran popularidad.

Entre los títulos de sus obras se pueden citar “El peón de tierra adentro”, “La Valla de los gallos” , “Las tertulias de La Habana” y “ Los velorios de La Habana”, escritas  en 1814, y “La Feria de Carraguao”, concebida en 1815. Acerca del aporte realizado por este actor y creador, en el diccionario que escribió el investigador y crítico Helio Orobio detalló que gracias a Covarrubias se habló en cubano en nuestra escena.

Igualmente se puntualizó que la semilla de Covarrubias se amplió en un teatro popular en nuestro territorio. En esas obras Covarrubias solía intercalar melodiosas canciones, muchas de las cuales tuvieron gran impacto en el público alcanzando una gran popularidad, se repetían en boca del pueblo en calles y sitios de diversión.

Francisco Covarrubias se retiró oficialmente de las tablas en 1847, y casi tres años después se produjo su fallecimiento el 22 de junio de 1850 en La Habana. 

Murió pobre y casi olvidado después de una larga y brillante carrera escénica a la edad de 75 años pero su nombre a través del tiempo ha devenido símbolo del teatro nacional.

La Habana(ver glosario)