Catalogada metafóricamente como la Catedral del helado en Cuba, Coppelia, emblemático nombre de un personaje de un clásico ballet, de similar denominación. Es la mayor heladería existente en Cuba.  Abarca el área comprendida entre las calles 21 y 23 así como K y L en el Vedado, municipio Plaza.  Se halla muy cerca del inicio de lo que comúnmente suele ser identificado en la capital cubana como La Rampa, la inclinación de la calle 23 que se prolonga desde  la calle L hasta la Avenida del Malecón, que es uno de los lugares más célebres y concurridos de La Habana. Igualmente están próximos a  la heladería Coppelia  el hotel Habana Libre, el Instituto Cubano de la Radio y la Televisión, el cine Yara y el monumento erigido al Quijote de América. La heladería Coppelia empezó a funcionar sin previa inauguración formal el 4 de junio de 1966.Muchas personas motivadas por la curiosidad entraron al centro y empezaron a degustar la gran variedad de exquisitos helados con una oferta de diversos sabores.

En el sitio donde se halla Coppelia, estuvo antes desde el año 1886, el hospital Reina Mercedes el cual se mantuvo activo hasta 1954 cuando fue demolido con la intención de levantar allí otro hospital. Después se pensó construir allí  un edificio de  50 pisos, pero dicho proyecto no llegó a materializarse. En fecha posterior al triunfo de la Revolución en 1959 entonces se creó allí el Parque INIT, siglas del Instituto Nacional de la Industria Turística.

Fue un pabellón de promoción turística en el que se hallaban reproducidos pequeñas montañas, un lago artificial, un escenario flotante, surtidores, cafetería, bar y un restaurante para quinientos comensales. Posteriormente el parque INIT fue desactivado y  algunas de sus instalaciones sirvieron de sede al Centro recreativo Nocturnal. En 1966 se concibió la construcción de la heladería.  El arquitecto Mario Girona elaboró el croquis de Coppelia con gran prontitud. Contó con la colaboración de los también arquitectos Rita María Grau y Candelario Ajuria.

El  cálculo estructural de la obra estuvo a cargo de los ingenieros Maximiliano Isoba y Gonzalo Paz. En la heladería Coppelia  hay cinco áreas al aire libre y un edificio central circular de dos pisos. En su parte inferior cuenta con  una amplia cancha dividida en tres partes  y en el piso superior hay varios salones.El edificio central está constituido por columnas de hormigón armado fundidas en el lugar, vigas prefabricadas a pie de obra y un techo circular, cuyo domo de 40 metros de luz libre, está formado por losas nervadas y rematado por un lucernario de cristales de colores que mide cuatro metros de alto y cinco metros de diámetro. Las vigas vuelan sobre las terrazas y se apoyan en muros que realizan función de contrafuertes. El diámetro de cada área de los salones superiores es de 12 metros.

Coppelia y de modo específico dos sabores de helados, Fresa y Chocolate, están directamente relacionados con una emblemática película cubana dirigida en 1993 por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio que se identifica así. Dicha película está inspirada en el cuento del escritor cubano Zenel Paz titulado  El Lobo, el bosque y el hombre nuevo. El guión de la película estuvo a cargo del propio Zenel Paz y de Tomás Gutiérrez Alea.