Situado muy cerca del actual Parque de la Fraternidad  el Palacio Aldama fue una de las edificaciones sobresalientes de La Habana desde casi mediados del siglo XIX. Fue construido en 1840 por el ingeniero dominicano José Carrera quién se hallaba emparentado con las familias de Angulo y de Heredia y del Monte, de igual procedencia. Se construyó dicho Palacio para un acaudalado español, el vasco Domingo de Aldama y Arréchaga. La edificación contiene dos casas continuas tratadas como una unidad arquitectónica, de excepcional monumentalidad. Su dueño destinó una parte de la edificación para su morada y la otra para residencia de su hija, Rosa Aldama, Alfonso y su yerno Domingo del Monte. El Palacio contó inicialmente sólo con dos plantas, con dos portadas, una, la principal, por la calle Amistad y la otra por Reina.

El Doctor Emilio Roig Director fundador de la Oficina del Historiador de la Ciudad,  al referirse a las características de esta edificación expuso que de la fachada principal puede decirse que es la más bella que en su estilo y género existe en La Habana. Destacó de manera especial el portal, de puntal altísimo, pues abarca dos pisos, la planta baja y el entresuelo, con su gran columnata alquitranada, que sustituyó a la de arcadas y que es de estilo dórico monumental, cuyos capiteles sostiene un bellísimo entablamento del mismo estilo, exponente de la severidad clásica, propias de las grandes composiciones arquitectónicas.

En el interior de la edificación hay variedad de pisos de mármoles, catalogados como verdaderas joyas de composición por sus dibujos y colores, así como bellas rejas interiores de estilo imperio y las jambas de madera que enmarcan los huecos. En enero de 1869 los integrantes del Cuerpo de Voluntarios, fuerza militar auxiliar al servicio del régimen colonial español, realizaron una arremetida contra el Palacio e incendiaron los muebles, tapices, espejos y otros objetos que allí había.Las familias de Aldama y del Monte que no estaban en la edificación salieron hacia los Estados Unidos y sus propiedades fueron confiscadas. El 15 de marzo de 1888 muere Miguel Aldama. La edificación  fue sacada a remate el 29 de marzo de 1889. Los nuevos dueños instalaron en el Palacio la fábrica de tabacos y cigarros "La Corona".

En octubre de 1898 la vendieron a una sociedad inglesa. Durante esta época se le hicieron modificaciones al Palacio. Se le añadió una tercera planta en 1926, mientras que en 1930 se agruparon las dos casas en una sola. En 1932, a consecuencia de una huelga de obreros tabaqueros, la empresa cerró la fábrica. En 1945 ante la situación peligrosa que presentaba el Palacio se pensó en demolerlo pero finalmente numerosas instituciones culturales, profesionales y artísticas se movilizaron para salvarlo. 

Posteriormente se instalaron en el inmueble oficinas, comercios, una cafetería y el Banco Hipotecario Mendoza, hasta su nacionalización en 1960. En 1965 se entrega el Palacio a la Academia de Ciencias de Cuba. En 1968 se instala allí el Instituto de Etnología y Folklore hasta 1973. Al año siguiente se convierte en la sede del Instituto de Historia del Movimiento Comunista y la Revolución Socialista de Cuba, que a partir de 1987  en unión de otras dos instituciones se integran para formar el Instituto de Historia de Cuba.