EDIFICIO MASÓNICO DE CUBA
El Edificio Masónico de Cuba, se encuentra ubicado frente a una de las avenidas más céntricas y concurridas, en la intercepción del Paseo de Carlos III, (actualmente conocido como Avenida Salvador Allende), con Belascoain en el municipio capitalino de Centro Habana.
Por ser escogida La Habana como sede de la III Conferencia de la Masonería Simbólica, se impuso el desarrollo de dicha construcción.
El 25 de Marzo de 1951, se colocó la primera piedra del edificio Masónico, de manos del Gran Maestro Dr. Carlos M. Piñero y del Cueto y por el arquitecto encargado de llevar adelante el proyecto, Emilio Vasconcelos Frayde.
Los fondos para la construcción provinieron del aporte voluntario de todos los masones de Cuba y de las Hijas de Acacia y su costo final fue de dos millones y medio de dólares.
La edificación se construyó con tierra de las seis antiguas provincias en la que estaba dividido el archipiélago cubano, Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Las Villas, Camagüey y Oriente.
Para la construcción de este centro también se utilizó arena de los ríos más caudalosos como el Cauto en la actual provincia de Granma, el Toa de Baracoa, el Hatiguanico en la Ciénaga de Zapata y el Hanabanilla en Trinidad.
El Edificio Masónico consta de once plantas, de las cuales, cinco están actualmente dedicadas a la reunión nacional de la masonería cubana e incluye un museo masónico y la gran biblioteca.
El Museo Nacional Aurelio Miranda Álvarez del Gran Templo Nacional Masónico, único de su tipo en Cuba, es una instalación cultural donde se aprecian diversas exposiciones antiguas muy vinculadas con la orden masónica entre condecoraciones, medallas, diplomas y otras distinciones pertenecientes a personas ilustres como el Héroe Nacional cubano, José Martí.
Igualmente están en el museo bustos escultóricos de personas destacadas en la sociedad e investigación científica, así como la reproducción de la nave insignia Santa María del almirante Cristóbal Colón, durante su travesía marítima para descubrir América.
Tiene este museo masónico de Cuba diversas muestras de otros países donadas por similares instituciones indicativas de las relaciones de hermandad y compresión internacional.
En la planta baja del edificio masónico se encuentran oficinas de correos. El edificio es una construcción de grandes proporciones y belleza. En su fachada se destaca el escudo de la gran Logia de Cuba y en su techo una gran bola del Mundo señalada por la escuadra y el compás, insignias de la Masonería.
En la parte frontal se puede observar un gran corredor a todo lo ancho del edificio con columnas y techo con puntal muy alto.
En la parte central se halla un gran reloj y se observan amplios ventanales en todas direcciones.
La inauguración del edificio fue el 27 de febrero de 1955 con la participación de representantes dentro de la Masonería de diversas partes del mundo como Europa, Asia y varios del continente americano.
Esta joya arquitectónica es la institución madre de todas las Logias Masónicas de Cuba.