LA HABANA IGLESIA Y CONVENTO DEL CARMEN
Inaugurada en 1927 por la orden de los Padres Carmelitas Descalzos la iglesia y convento de la Virgen del Carmen sobresale entre las edificaciones existentes en la zona de Centro Habana en la capital cubana.
Los orígenes de la iglesia se remontan al siglo XVIII, época en que los Carmelitas Descalzos se hicieron cargo en La Habana Vieja del templo de San Felipe de Neri, tras la expulsión de los Capuchinos y lo nombraron El Carmen.
Con el tiempo la orden creció y necesitaron comprar en 1923 los terrenos de la entonces Avenida Presidente Menocal (Infanta) y Neptuno. Inicialmente allí erigieron una pequeña capilla provisional y más tarde construyeron el majestuoso templo de El Carmen, a partir de un plano arquitectónico de estilo barroco español del siglo XVII.
La Iglesia del Carmen, como suele ser conocida, se halla cerca de la Universidad de La Habana, el Museo Napoleónico, el Hotel Colina y la populosa Rampa donde se encuentran el Hotel Habana Libre y la heladería Coppelia.
De su arquitectura, destaca la desproporción de sus dos torres, su sobria volumetría y la exuberante ornamentación neobarroca de la portada principal.
La torre principal está coronada por una colosal escultura de Nuestra Señora del Carmen, de nueve toneladas y siete coma cinco metros de altura, que es visible desde casi cualquier parte del actual municipio Centro Habana.
Fue realizada por el escultor italiano Guido de Michel en los talleres Chizurazzi, de su país, y resultó colocada en la posición actual el 11 de abril de 1927.
Se dice que para situar la enorme y bella estatua de la Virgen del Carmen encima de la torre campanario donde hoy se le admira, fue necesario subirla por dentro de dicho elemento constructivo.
Pero más allá de lo descrito con respecto a las características de la edificación, se considera que el verdadero valor de la iglesia del Carmen reside en los tesoros que alberga en su interior, como los ricos azulejos de estilo sevillano, las tallas de madera barrocas o los curvilíneos frescos realizados por el pintor madrileño Antonio Martínez Andrés.
Los retablos que fueron traídos de la iglesia de San Felipe de Neri, templo donde antaño, reitero, radicaba la sede de los Carmelitas Descalzos, son barrocos y todos descuellan por su belleza y exquisita ornamentación.
Otros elementos que distinguen este centro religioso son los vitrales con temas divinos que aportan una luminosidad especial a la parroquia.
El municipio Centro Habana donde se halla esta iglesia del Carmen es el más pequeño entre los 168 existentes en el país, pero a su vez está muy densamente poblado. Tiene tan sólo una superficie de tres coma 42 kilómetros cuadrados y cuenta con más de 150 mil habitantes.