La zona de La Habana Vieja cuenta con calles  algunas de las cuales se identifican con nombres de figuras, otras están asociadas con oficios, profesiones y actividades e incluso hay una cuya denominación es Teniente Rey.

Adoquinada, estrecha y libre de vehículos Teniente Rey discurre en paralelo a la calle Amargura.

Los que transitan de un extremo al otro pueden ir desde el frente del Capitolio Nacional, donde se halla la escalinata que da acceso a dicha edificación hasta la Plaza de San Francisco de Asís, que se localiza muy cerca de la bahía de La Habana.

La calle debe su nombre al español Félix del Rey, Teniente del Rey de la Isla de Cuba en 1781.

El cargo de Teniente del Rey existía desde 1715, con funciones de cabo subalterno, en ausencia del Gobernador y Capitán General.

En la década de los años setenta en el pasado siglo se decidió identificarla como Brasil, en homenaje a este país sudamericano.

No obstante, al igual que ha ocurrido con otras calles habaneras, sigue siendo conocida por la población por su nombre original, en este caso sencillamente como Teniente Rey.

En fecha relativamente reciente esta calle y las edificaciones que se localizan allí resultaron restauradas por la Oficina del Historiador de la Ciudad.

Teniente Rey sigue siendo una de las principales calles de compras de La Habana, cuestión que la ha caracterizado desde el siglo XVII.

Se encuentra en estos momentos enriquecida con galerías de arte, tiendas, bancos, museos, farmacias, dulcerías, así como centros en los que se pueden comer y escuchar música.

Por lo regular casi siempre está llena de gente de todas las edades, por lo que es un gran lugar para apreciar  la atmósfera incomparable que caracteriza el palpitar cotidiano del centro histórico urbano de la capital cubana.

Por Teniente Rey transitan personas de todo tipo: niños con uniformes escolares, ancianos sentados al umbral de las puertas o con sus jabas de compras, vendedores pregonando viandas y frutas, lavanderas que repletan los balcones de ropas coloridas y otros tantos que constantemente la atraviesan de una lado a otro.

Al pasear por esta calle habaneras lugares significativos como la Plaza del Cristo con la iglesia de igual nombre, el popular bar el Chanchullero o el Museo de la Farmacia Habanera, considerado a principios del siglo XX la segunda en importancia en el mundo y la primera en Cuba, el llamativo hostal Los Frailes identificado por sus esculturas metálicas y justo allí un sorprendente fragmento de la Zanja Real, el primer acueducto construido en Cuba.