MONUMENTO A CELIA SÁNCHEZ EN EL PARQUE LENIN
En el Parque Lenin, en La Habana, se localiza un monumento erigido como homenaje a Celia Sánchez Manduley, quién fuera la promotora de la creación de este gran centro de recreación, inaugurado en 1972.
Esta obra escultórica tiene tres coma 25 metros de altura, y fue realizada en bronce.
Refleja a Celia Sánchez en una pose distinguida. Se advierte la sencillez de las líneas que perfilan a esta destacada luchadora y dirigente de la Revolución cubana, sustentada en una placa de piedra que reafirma su fortaleza humana.
El color natural que le concede el material, permite que se integre con la naturaleza del lugar y los rayos del sol incidan sobre este y se establezca un contraste de luces y sombras.
El bronce ilustra la personalidad fuerte, decidida pero a la vez humana de quién fue calificada como la flor autóctona de la Revolución Cubana. Ella se hizo acreedora del cariño y el respeto de nuestro pueblo por su grandeza espiritual.
Celia Sánchez nació el 9 de mayo de 1920 en Media Luna, en la entonces provincia de Oriente.
Cursó la enseñanza primaria en la escuela pública de ese poblado y luego continuó estudiando en Manzanillo. Su juventud la pasó después en Pilón.
En los años finales de la década del cuarenta y principios de la siguiente, Celia mostró su adhesión a los planteamientos que hacía el líder del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), Eduardo Chibás, quién denunciaba la corrupción y los turbios manejos de los dirigentes y funcionarios del gobierno.
Cuando el 10 de marzo de 1952 se produjo el golpe de estado de Fulgencio Batista, ella se opuso resueltamente al régimen dictatorial impuesto por la fuerza.
Al realizarse en julio de 1953 el ataque al cuartel “Moncada”, Celia patentizó su solidaridad con el grupo de jóvenes. Bajo la dirección de Fidel, que habían participado en esa audaz acción.
Dos años después ella fue una de las fundadoras en la zona donde vivía del Movimiento 26 de Julio, y en los meses siguientes y durante 1956 en coordinación con el dirigente de esa organización en la provincia de Oriente, Frank País, trabajó en forma intensa en preparar condiciones para darle el apoyo necesario a la expedición encabezada por Fidel Castro que se había previsto llegara por la costa sur del territorio oriental cubano.
En los días posteriores al desembarco Celia desempeñó un papel muy significativo en el apoyo a los expedicionarios sobre todo después del 5 de diciembre cuando en Alegría de Pío los integrantes del Ejército Rebelde fueron sorprendidos y dispersados.
En el transcurso de las siguientes semanas ella envió alimentos, armas y todo lo que pudo para los combatientes que habían podido reunirse con Fidel Castro, para proseguir la lucha en las montañas orientales.
En marzo de 1957 ayudó a trasladar al primer contingente de hombres enviado por Frank País como refuerzo al Ejército Rebelde y fue ella la primera mujer en incorporarse a esta fuerza guerrillera en el año 1957.
Después del primero de enero de 1959 trabajó intensa y abnegadamente por el desarrollo y defensa de la Revolución. Mantuvo un estrecho contacto con el pueblo.
En 1964 se le nombró Secretaria de la Presidencia y del Consejo de Ministros. Al año siguiente integró el primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba y en el primer congreso de esta organización, efectuado en 1975, se le ratificó tal condición. En 1976 fue electa diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y Secretaria del Consejo de Estado. Falleció en La Habana el 11 de enero de 1980.