ANFITEATRO DEL CENTRO HISTÓRICO DE LA HABANA Y EL PALACIO DE ARTESANIA
El Anfiteatro del centro histórico de la Habana, donde se presentan significativos espectáculos al aire libre, resultó inaugurado el 20 de mayo de 1936 con un concierto de la Banda Municipal bajo la dirección del maestro Guillermo Tomás.
Fue concebido, sin adornos escenográficos, por los arquitectos Aquiles Maza y Eugenio Batista.
Hay quienes lo califican como una especie de cascada de piedra.
Se encuentra ubicado en la Avenida del Puerto y desde su fundación ha acogido a prestigiosas figuras cubanas y extranjeras.
Uno de los hechos más importantes acaecidos en este coliseo fue el reestreno, en el año de su inauguración, de la zarzuela cubana Cecilia Valdés, dirigida por su propio autor, el gran compositor cubano Gonzalo Roig.
Igualmente resultaron memorables las presentaciones de Bertha Singerman, Rita Montaner, Pedro Vargas, Benny Moré y Libertad Lamarque en la década de los años 50 en el pasado siglo, y las retretas de la Banda Nacional de Conciertos, de las cuales el Anfiteatro fue sede oficial hasta los años 60.
El Anfiteatro del Centro histórico de La Habana además ha sido sede de festivales muy populares y otros sucesos artísticos de trascendencia nacional e internacional.
El Anfiteatro habanero fue objeto en 1995 de una restauración a cargo de la Dirección de Patrimonio de la Oficina del Historiador de la Ciudad, que le devolvió su fisonomía original.
A partir del año 2000 se han producido en su escenario hechos tan importantes como el concierto de la Orquesta Filarmónica de Leipzig, así como los estrenos en Cuba de los famosos musicales El fantasma de la ópera y La Bella y la Bestia, entre otros.
Muy cerca de este anfiteatro se localiza Palacio de la Artesanía que radica en una edificación de la Habana Vieja y que en la actualidad se ha convertido en un espacio de recreación que lleva intrínseco la cubanía, la huella histórica y cultural de una época.
El Palacio se encuentra en la calle Cuba 64 entre Cuarteles y Peña Pobre. Esta casa fue construida en 1780 y perteneció al regidor y alcalde ordinario de la Ciudad, Mateo Pedroso y Florencia.
El inmueble que por sus dimensiones clasifica como palacio, es de estilo barroco.
Cuenta con patio central y traspatio. Estaba dividido en sus inicios en tres plantas separadas: la planta baja se hallaba destinada a la actividad comercial, la parte más alta se utilizaba como residencia de los propietarios y el entresuelo acogía a la servidumbre.
Su fachada es monumental y sobria a la vez y presenta un magnífico balcón corrido, de madera, de tipo morisco.
En el interior se pueden apreciar los balcones corridos con tejadillo y barandas de balaustres de madera torneada y también los arcos de medio punto labrados en piedras sin revestir, al igual que las columnas que lo soportan.
El patio está rodeado de cuatro anchas galerías y es el más espacioso de todos los de la ciudad antigua.
Las columnas que lo rodean ostentan colosales proporciones.