Situado en la calle  Calzada número 110 esquina a la Avenida de los Presidentes el actual hotel Roc Presidente fue el edificio más alto de La Habana en la primera mitad del siglo veinte.

Atendiendo a ello suele ser considerado como el primer rascacielos existente en la capital cubana.

Resultó construido entre los años 1925 y 1928 y fue inaugurado el 28 de diciembre de ese último año citado. Se caracterizó desde entonces por su elegancia. El estilo del edificio es ecléctico.

Interiormente se acentúa la concepción estilística de los muebles, empleándose los detalles clásicos y renacentistas en la decoración.

Se localiza en la zona residencial del Vedado a unos 200 metros del famoso Malecón de La Habana.

También muy cerca del hotel se halla la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de  la República de Cuba y la emblemática institución cultural Casa de las Américas, creada en el año 1959.

Es el único hotel habanero que luce el escudo cubano en la fachada en la que predominan los colores bermellón y beige.

El hotel Presidente por dentro es impresionante. Presenta un amplio vestíbulo enchapado en mármol,  lleno de antigüedades y sorprendentes candelabros.

Tiene un piano, muebles de estilo Luís XV, cortinas con pliegues muy bien elaborados y un par de búcaros japoneses del siglo XIX de casi un metro de alto colocados sobre pedestales con incrustaciones de nácar.

Otra de las sofisticadas atracciones del Presidente es el elegante restaurante Chez Merito, de larga tradición culinaria.

Igualmente cuenta con otro amplio restaurante buffet con comida más ligera así como un snack bar-pizzería y un lobby bar.

Además en esta instalación hay una elegante piscina que luce particularmente atractiva cuando es iluminada en la noche.

El hotel Presidente, en sus diez pisos, cuenta con 158 habitaciones; de ellas 140 dobles, 16 triples y 2 suites.

Hay dos habitaciones situadas en la segunda planta con entrada amplia y baño con barandillas especiales.  Dispone el hotel de un salón de masajes.

En el año 2011  este hotel fue sometido a un vasto proceso de conservación y remodelación en su totalidad pero se tuvo en cuenta su característico y  lujoso estilo  y todo el significado de su historia.

En su interior  en la actualidad se exponen más de 400 piezas de arte catalogadas, lo cual repercute  en forma agradable en sus huéspedes y hasta quienes lo visitan en forma casual.

A través del tiempo en este hotel se han hospedado personalidades  políticas y culturales así como de otras especialidades.

El hotel  ha servido de sede de eventos y otras actividades de carácter cultural y social.