BAR RESTAURANTE FLORIDITA
Situado en la esquina de Obispo y Monserrate, en La Habana Vieja, el bar restaurante Floridita constituye uno de los centros de su tipo más significativos de la capital cubana y goza de gran prestigio internacional.
Este centro solía ser muy visitado por el célebre escritor estadounidense Ernest Hemingway.
Se trata de un restaurante con una decoración de corte inglés y ambiente clásico, rodeado de pinturas que tapizan las paredes.
De 1817 datan las primeras historias de la Piña de plata, nombre original de dicho establecimiento, ubicado entonces muy próximo a una de las puertas de la muralla que rodeaba la villa habanera.
En su etapa inicial resultó ser un bodegón típico donde los habaneros del siglo XIX hacían tertulias alrededor de un vaso de bebida.
Con posterioridad en ese establecimiento comenzaron a prepararse cocteles que incluían ron o aguardiente, frutas, azúcar así como hielo.
Entre los años 1898-1902 cuando tiene lugar la intervención estadounidense en Cuba la afluencia de turistas de ese país sugirió al nuevo dueño el cambio de nombre de La Piña de plata por La Florida, lo cual fue aceptado pero resultó popularmente conocido como Floridita.
El bar restaurante Floridita incrementó su popularidad cuando uno de sus dueños, el catalán Constantino Ribalaigua Vert, puso de manifiesto su habilidad para mezclar bebidas y licores.
Desde 1914 Constantino, conocido como Constante, había comenzado a trabajar como mesero. Cuatro años más tarde se convertiría en dueño del local al adquirirlo, ya bajo su nombre definitivo, Floridita.
Constantino fue quien introdujo por primera vez en La Habana el daiquirí, una bebida nacida en el interior de Cuba.
Hizo del daiquirí una especialidad en el bar restaurante Floridita que llegó a ser conocido como la Cuna del Daiquiri.
Esta criolla bebida la citó Ernest Hemingway en su novela “Islas en el Golfo” cuando detalló: “Hudson estaba bebiendo otro daiquiri helado sin azúcar y al levantarlo pesado y con la copa bordeada de escarcha, miró la parte clara debajo del hielo frappé y le recordó el mar.”
Hemingway solía disfrutar en el Floridita de un daiquirí que él denominó como salvaje porque contenía doble cantidad de ron y se lo preparaban sin azúcar.
En los años de la década del cincuenta, en la pasada centuria, el Floridita
fue catalogado como uno de los siete bares más importantes del mundo por la revista estadounidense Esquire. En 1991 este bar restaurante fue restaurado .
El Floridita es uno de los bar restaurante más célebres de Cuba y suele ser visitado por numerosos hombres y mujeres de diferentes partes del mundo que además de disfrutar de los menús y bebidas que allí se ofertan pueden apreciar la presencia simbólica de Ernest Hemingway a través de las fotos suyas, así como el busto, creado en 1954 y la escultura a tamaño natural, en el 2003, en la que Hemingway aparece apoyado en la parte de la barra del bar en el lugar donde él acostumbraba a disfrutar el daiquirí.
A través del tiempo el Floridita ha sido igualmente visitado por personalidades nacionales e internacionales.