Efemérides habaneras. 30 de junio.
1900. Se crea en La Habana la Escuela de Ingenieros y Arquitectos, adjunta a la Universidad de La Habana. Incluyó las especialidades de Ingeniería Civil y Eléctrica, así como Arquitectura y Maestro de Obras .En la etapa inicial comenzó a funcionar en el antiguo convento de San Agustín. Luego en 1902 pasó hacia la colina universitaria. Entonces formó parte de la Facultad de Ciencias y Letras.
Calle Cuba. Habana Vieja
En 1937, al promulgarse la ley docente, se crean en La Universidad de La Habana doce Facultades, así aparece la Facultad de Ingeniería y Arquitectura con nuevos programas de estudios que se mantuvieron vigentes con ligeras modificaciones hasta 1960.
En la actualidad las especialidades de ingenierías y arquitectura se cursan en la Universidad Tecnológica de La Habana "José Antonio Echeverría". Con antelación se identificó como Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría.” Popularmente suele ser conocida como CUJAE (Ciudad Universitaria José Antonio Echeverría) puesto que allí además de las aulas, laboratorios y otras instalaciones docentes también se encuentran las edificaciones donde residen los estudiantes becados que proceden de otros territorios más allá de La Habana.
1930. Fallece en La Habana Cecilia Arizti.
Su nacimiento ocurrió igualmente en la capital cubana, en octubre de 1856. Desde niña mostró un gran talento para la música. En ello mucho influyó el ambiente artístico en el que se desenvolvió desde pequeña, pues su casa fue una de las más famosas sedes de las veladas culturales que se desarrollaban en La Habana por aquel entonces. Con su padre, el pianista y profesor Fernando Arizti, y el maestro Francisco Fuentes, inició Cecilia sus estudios de piano y teoría y solfeo, respectivamente.
Fue considerada como una de las más relevantes pianistas, compositoras y pedagogas de nuestro país. Acerca de su labor como creadora, especialistas en la materia han llegado a destacar que sus obras sobresalieron por la excelente factura armónica, el dominio de la composición técnica, así como la calidad, fantasía y buen gusto que poseían. Todos estos aspectos hicieron que mereciera elogios tanto de la prensa especializada, así como de los músicos de la época. Compuso principalmente obras para piano, su instrumento preferido y que dominaba a la perfección.
En el campo de la enseñanza, fue una notable profesora de piano. Impartió clases particulares, así como en el Conservatorio de Carlos Peyrellade, en La Habana. De igual modo escribió un manual de ejercicios para el piano. Está considerada como la primera compositora en el género de cámara en Cuba. Con sus múltiples obras, y la calidad de sus interpretaciones, ella brindó un valiosísimo aporte a la música en Cuba.