1867. Nace en el Cerro, La Habana, Juan Bruno Zayas Alfonso.

Llegó a ser el más joven de los generales cubanos que cayó en las guerras por la independencia de Cuba en el siglo diecinueve. La influencia paterna desempeñó un papel decisivo en la formación de su carácter y en su decisión de servir a la causa de su tierra natal. Con el decursar del tiempo se graduó de médico y fue a ejercer esta profesión en el poblado Vega Alta, en la entonces provincia de Las Villas.  Precisamente fue en esta zona de Cuba cuando el 25 de abril de 1895 se alzó en armas en unión de otros patriotas.  A partir de ese instante evidenció su audacia y valor.

Participó en más de 40 combates y demostró un alto grado de valor y disciplina militar. Junto al Mayor General Antonio Maceo llegó hasta Mantua el 22 de enero de 1896 y fue uno de los firmantes del documento que se rubricó en Mangos de Roque en el que se detalló el cumplimiento exitoso de la invasión.

Después cumpliendo órdenes de Maceo,  retornó a la provincia de Las Villas con el objetivo de reorganizar a las fuerzas que operaban en ese territorio y a la vez buscar refuerzos para trasladarlos hacia Pinar del Río. Tras cumplir dicha misión salió nuevamente hacia la zona más occidental de Cuba, pero el 30 de julio de 1896 se produjo su caída en un enfrentamiento con fuerzas españolas cerca del poblado de Quivicán, entonces provincia de La Habana. En ese momento  ya ostentaba el grado de Mayor General que le había sido conferido en el mes de abril el Generalísimo Máximo Gómez.

1884.   Es inaugurado en La Habana el Teatro Irijoa.

Concebido  como coliseo de verano y llamado en sus primeros años “El Teatro de las Cien Puertas”, este espacio escénico habanero es en la actualidad el más antiguo que se conserva  en la  capital cubana. En su sala sesionó la Convención  Constituyente de 1901. Ese mismo año esta instalación cultural  pasó a llamarse José Martí. En su escenario se estrenó  la Ópera Tosca, de Puccini. Sin embargo allí encontró su espacio y su público el género vernáculo cubano desde finales del siglo XIX, gloria que compartió con el Teatro Alhambra durante el primer tercio del siglo XX.

También en la instalación funcionó la famosa temporada del grupo Jorge Arckermann que dio a conocer las exitosas obras “Voy abajo” y “Dios te salve comisario” de Enrique Núñez Rodríguez, y el “Premio Flaco” de Héctor Quintero.

Este recinto cultural estuvo cerrado por varias décadas hasta que el 24 de febrero de 2014 se realizó la reapertura.

Por su alto valor histórico y cultural, este edificio ha sido declarado Monumento Nacional.