El acto de sembrar puede resultar muy gratificante. Si se tiene paciencia y se cuida cada etapa del proceso con dedicación, más tarde o más temprano acudiremos con satisfacción al nacimiento de algo hermoso. Esos brotes verdes, en la naturaleza como en el arte, suelen dejar muy buen sabor de boca cuando se comprueba la calidad de lo logrado como símbolo de un camino en la dirección correcta.

Con ese espíritu de trabajo, constancia y dedicación llega Green shoots, una temporada de presentaciones que supondrá el estreno de Acosta Danza Yunior, la subdivisión juvenil de la compañía danzaria que lidera el primer bailarín Carlos Acosta. La novedosa propuesta subirá a escena los días 9, 10 y 11 de febrero con un programa que incluirá dos revisiones coreográficas y un estreno mundial firmado por Susana Pous.

Fuga es el nombre de la obra que ha sido creada especialmente para el debut de los nueve jóvenes componentes de Acosta Danza Yunior, al cual se suma el estreno en Cuba del dueto Nosotros, de Beatriz García y Raúl Reinoso, en la versión compuesta para Carlos Acosta en su temporada internacional On Before. Asimismo, el público podrá ver el reestreno de Híbrido, pieza revisada en su totalidad por los autores, Thais Suárez y Norge Cedeño. Sin duda, se trata de retos escénicos a la altura de la preparación de los jóvenes debutantes.

Thalía Cardín, Melissa Moreda, Ofelia Rodríguez, Wendy Elizabeth, Cynthia Laffertté, Alex Arias, Gelvin Hermida, Paul Brando y Aniel Paz son los nombres
de los jóvenes protagonistas de este nuevo empeño artístico que comanda Carlos Acosta. Se trata de bailarines profesionales recién graduados de la sección formativa de la compañía, «fruto del plan de estudio especial de la Academia Acosta Danza, que integra todas las especialidades danzarias en un mismo nivel, insertado a su vez en el sistema de educación artística cubano», aseguran desde la agrupación.

La nueva subdivisión juvenil de Acosta Danza tiene el desafío de incorporarse al engranaje escénico con un sello propio y mantener vivo el tránsito formativo-artístico que empieza en la academia y cuya expresión cimera está en la compañía más madura, sin duda, un trabajo al nivel de las ambiciones creativas de sus componentes.

Yaday Ponce, directora artística de Acosta Danza, quien ha trabajado directamente con la nueva formación juvenil, aseguró en diálogo con Juventud Rebelde que «la subdivisión juvenil es la manera que nuestro director Carlos Acosta encontró para potenciar el desarrollo de los graduados en la Academia Acosta Danza antes de su posible ingreso a nuestra compañía principal. En la Yunior tendrán la posibilidad de tener su propio programa de presentaciones, su repertorio particular y eso contribuirá a que esos jóvenes maduren profesionalmente de una manera más rápida, ganen seguridad escénica, aprendan a trabajar en grupo. En otro caso estarían esperando mucho tiempo su oportunidad de participar en los programas de la compañía. Ahora pueden ser protagonistas de su propia agrupación.

«Ese bailarín profesional, en su juventud, tiene una energía, un deseo de “comerse el mundo”, una bravura que queremos aprovechar. Nuestras muchachas y muchachos nos lo demuestran cada día. Queremos que la subdivisión juvenil de la agruapción se mueva en un perfil contemporáneo, con un marcado acento folclórico, sin descuidar la estilización del ballet académico».

Al referirse al trabajo formativo con los jóvenes componentes, la maestra fue muy clara. «Todo va muy bien. Son muy nuevos y ha habido mucho que cuidar, exigir, que enseñarles. No ha sido fácil porque la danza puede llegar a ser muy dolorosa, ponerte en situaciones difíciles. Pero ellos tienen un alto sentido de la responsabilidad y han asimilado rápidamente todas las correcciones. Nos ha dado mucha confianza verlos enfrentar el reto que tienen por delante con mucho valor y ganas.

—Gran apuesta Green shoots.

—Esta temporada tendrá como plato fuerte el estreno mundial de una coreografía de Susana Pous. A principios de 2023 trabajamos junto a ella en una obra llamada Alma de mi alma, que formó parte de la Gala cubana contra la homofobia, la transfobia y la bifobia. En esa obra el elenco estaba conformado con algunos de estos bailarines que, por entonces, acababan de salir de la Academia. Ese fue el punto de partida para proponerle a Susana que creara la primera coreografía del repertorio de Acosta Danza Yunior. Fuga es una obra dramática que explota las condiciones físicas de los bailarines y ellos la han asumido con mucha seriedad. 

«Las otras piezas que presentaremos en la temporada, aunque han sido vistas en otras ocasiones, tendrán un renacer en estas funciones. Nosotros, de Beatriz García y Raúl Reinoso, será visto por primera vez en la versión que se creó en 2022 especialmente para Carlos Acosta, que la bailó en su espectáculo On Before junto a Laura Rodríguez, bailarina de Acosta Danza.

«Por su lado, Norge Cedeño y Thais Suárez han revisado su pieza Híbrido casi en su totalidad. El público encontrará una obra diferente. Estos procesos han hecho que los bailarines inmersos en ellos hayan asimilado de una manera directa todo lo necesario para interpretar con suficiencia el programa que presentaremos. Han trabajado directamente con los coreógrafos que han creado nuevo material con ellos y han hecho suyas las piezas.    

«Nuestro cometido es ofrecer una nueva propuesta de arte que vaya a la par de Acosta Danza, pero con sus propias características. Queremos desarrollar a nuevos bailarines, que sean artistas fuertes y responsables, trabajar con coreógrafos, músicos y artistas visuales y así contribuir a la buena salud de nuestro arte. Nos interesa que Acosta Danza Yunior se convierta en ejemplo de trabajo y, sobre todo, que el público nos quiera, que sienta orgullo de nosotros».

(Tomado de Juventud Rebelde)