
En estos días en los que la COVID-19 se ha hecho sentir con fuerza entre los cubanos, la labor de los transportistas se ha incrementado, con un papel meritorio. Desde que en marzo de 2020 se diagnosticaron los primeros casos, han enfrentado los riesgos propios de la enfermedad y asumido con firmeza y convicción su trabajo.
Tribuna de la Habana se trasladó al Aeropuerto Internacional José Martí, para constatar las acciones que allí se realizan para cumplir con el traslado de los pasajeros que arriban al país.
Luis C. Ladrón de Guevara Marzal, director de transportación de pasajeros del Ministerio de Transporte, explica: El grupo de trabajo integrado por los ministerios de Salud Pública, de Relaciones Exteriores, del Interior, de Transporte y la Aduana , labora en conjunto a partir de las decisiones tomadas por la dirección del país, relacionadas con el incremento de casos positivos a la COVID-19.
Desde que se produce el arribo del pasajero, se le explica, por los compañeros del Gobierno de la capital, sobre cómo será su aislamiento.
Asimismo, se clasifican para su traslado: “los cubanos residentes en el país se trasladan para un centro de aislamiento sin costo personal, mientras que los extranjeros y cubanos residentes en el exterior se aíslan en un hotel previsto, en el que deben costear su estancia. Todos deben ingresar con un PCR negativo y se les realiza otro en frontera. Es todo un sistema de coordinación nacional con enlaces con todas las provincias. Vale destacar, que existe una transportación diferenciada para pasajeros vulnerables, es decir, ancianos, personas con limitaciones físicas, embarazadas, los que viajen con niños…
“En todas las provincias existe este centro de coordinación que también garantiza el traslado después de cumplir con el aislamiento. Se cumple con las medidas higiénico-sanitaria e incluso, se realiza una pesquisa diaria a todos los trabajadores, y hasta la fecha no ha habido contagio entre el personal. Los jóvenes han sido protagonistas y han asumido con una alta responsabilidad todas las tareas”.
Aida Lay Obregón y Elías Ernesto Guevara Delgado, especialistas en Coordinación Nacional, refieren: “estamos en esta función desde 6 de febrero. Somos tres equipos de jóvenes que trabajamos en diferentes turnos. Coordinamos el transporte hacia los centros de aislamiento y hoteles de todo el país”.
Luis C. Ladrón Guevara Marzal, director de transportación de pasajeros. Foto: Natacha Sánchez Hernández/Tribuna de La Habana.
Explica Yordanis Álvarez Fonseca, especialista en Comunicación que “este Centro Nacional de Coordinación del Transporte además recepciona toda la información en cuanto al carro, sus condiciones, el tipo de desinfección, para así cumplir con todos los requisitos de sanidad establecidos. Los choferes, jóvenes en su mayoría, cumplen con las normas sanitarias desde el uso del hipoclorito de sodio y nasobucos, y viajan siempre con ventanillas semiabiertas, para permitir la circulación de aire natural”.
Luis Rustan Pérez, chofer, de 33 años comenta: “He trasladado pasajeros para todas las provincias, cumpliendo con todas las medidas de protección. Siento que he crecido como ser humano y aquí estaremos mientras se necesite”.
“Estoy trabajando desde que comenzaron los primeros casos de COVID-19, cuando iniciaron los vuelos humanitarios”, explica Servando Cruz Morales, joven de 33 años y director adjunto de la Empresa Cubataxi.
“Actualmente estoy a cargo de la organización y funcionamiento operacional de la transportación. No tenemos horario de trabajo, mientras hayan vuelos estamos aquí. Los medios de protección están garantizados y cumplo con todas las medidas, máxime porque tengo un bebé de nueve meses y tengo contacto directo con los viajeros. He adquirido una gran experiencia, ha sido un reto, pero estoy consciente de que es lo que nos toca, nuestro sacrificio garantiza la salud de muchos, esta es nuestra Sierra Maestra. Tenemos confianza que este rebrote pasará y se verán los resultados de nuestro trabajo”.
De estos héroes se nutre nuestro pueblo, nos sentimos orgullosos de su altruismo. Para ellos nuestro respeto y sobre todo consideración; se lo merecen.

Preservar la vitalidad del curso escolar 2020-2021 hace parte de la proeza de Cuba frente a la pandemia, y muestra cuán infinitas son las reservas de este pueblo, su espíritu batallador y capacidad de crecerse ante las dificultades, afirmó el doctor Eugenio González Pérez, viceministro de Educación.
En exclusiva a la ACN, hizo un análisis de lo acaecido en las últimas semanas, luego de las importantes decisiones adoptadas para garantizar la continuidad del año académico en medio de esta tercera y gigantesca ola de COVID-19, que ya a mediados de enero llevó a suspender las clases en no pocos territorios, incluidos los 15 municipios de la capital del país.
Este sábado se cumplirá un mes del inicio de la programación televisiva concebida con tal propósito, y aunque no han faltado escollos en el camino, el saldo es absolutamente favorable y las opiniones de los educandos, sus familias y los propios maestros lo confirman, enfatizó el directivo del MINED.
Comenzamos, y no con una parrilla única, pues el año lectivo no había empezado a la vez en todas partes, pero lo planeado ha ido cumpliéndose y muy pronto serán solo las clases trasmitidas por el Canal Educativo las que saldrán al aire, aunque con el lógico “desfase” de La Habana y Pinar del Río,
que por sus respectivos telecentros seguirán las grabaciones correspondientes a la semana del curso escolar en que se encuentran, explicó.
No olvidó mencionar a Ciego de Ávila, para la cual hubo a fines del mes pasado que preparar en tiempo récord una parrilla especial con 55 actividades televisivas que permitieran a sus educandos dar el salto para “sintonizar” con las trasmisiones del Canal Educativo.
Se ha trabajado mucho, con minuciosidad, objetividad, sentido del momento y de las necesidades; con celeridad, pero sin improvisar, sopesando las alternativas, midiendo bien cada paso, recalcó el Viceministro, y agradeció el esfuerzo de cuantos han colaborado en este empeño desde su propia gestación.
El maestro es insustituible, pero no hay que ver la vía televisiva como recurso al que se apela en caso de necesidad extrema y sí como complemento, una herramienta para “mover” el pensamiento y multiplicar el conocimiento, y un paso de la pedagogía para el acercamiento oportuno a los códigos comunicacionales de esta generación, que son eminentemente audiovisuales, reflexionó.
González Pérez consideró esenciales para cuanto ha debido enfrentar la escuela cubana las adaptaciones curriculares sobre las cuales fue diseñado este curso escolar y que tienen como base el III Perfeccionamiento del Sistema Nacional de Educación, uno de cuyos pilares es la flexibilización y contextualización de los estilos de dirección, currículo, trabajo de las instituciones y modalidades educativas, precisó.
No menos importante ha sido definir por asignatura, grado y nivel los objetivos y contenidos que son invariantes del conocimiento, imprescindibles de adquirir y vencer, y en los cuales se concentran las actividades docentes televisivas.
Es con estas premisas que tratamos que se avance a un ritmo más o menos parejo, de modo que si una escuela, una comunidad, un territorio debe ahora mismo suspender las clases y sus alumnos volver a sentarse frente al televisor, no haya “baches” significativos en su preparación ni se sientan perdidos o se aburran, destacó.
Enormes son los retos, sobre todo porque no renunciamos a la calidad de la educación, y otro igual de grande llegará cuando, de regreso a las aulas, toque a cada maestro, luego del necesario diagnóstico personalizado de sus alumnos, hacer las dosificaciones, definir los tiempos para retomar, profundizar, ejercitar, consolidar y sistematizar contenidos y lograr que sus muchachos salgan airosos de esta prueba, significó.
De lo que está por venir, específicamente en lo que respecta a las actividades docentes televisivas, señaló el 12 de marzo como fecha para un alto en el camino, y precisó que las siguientes dos semanas serán de consolidación, con espacio reservado para un novedoso ejercicio por asignatura, que permitirá a cada educando y su familia realizar una autoevaluación de los aprendizajes y conocimientos adquiridos durante esta etapa.
También en marzo y con el apoyo de Tele Rebelde —tras finalizar la Serie Nacional de Béisbol—, se ampliarán las trasmisiones para incorporar un número importante de asignaturas hasta ahora no incluidas en la amplia programación televisiva.
(Tomado de la ACN)